sábado, 1 de noviembre de 2008

Ya lo sabía yo

Me llega un correo electrónico de un amigo con un archivo adjunto con el sugerente título "ya lo sabía yo". Resulta ser un recorte de prensa sin referencia al medio ni a la fecha.

No es difícil seguirle la pista en internet. De hecho aparece reseñada la investigación en decenas de sitios. El que tiene idéntica redacción y foto es infobae. Por cierto, el colofón del artículo no tiene desperdicio...

Tampoco es difícil seguirle la pista a la investigación original, en Science Direcct se puede leer el resumen sin comprar el artículo.

La comparación de estos dos textos ilustra muy bien el proceso de conversión de una información (científica) en una noticia (periodística). Como en el primero se identifica el contexto, el interés, el método y el alcance de lo estudiado. En el segundo se pierde todo lo que no sea llamar la atención, escandalizar. Lo que el periodista eleva a titular ni siquiera aparece en el resumen del trabajo original... Por cierto, toda esta saga es de hace tres años.

Con este par de textos se ilustra el desajuste entre la publicación científica y la periodística. La complicarlo más, hay quien sostiene (y lo fundamenta) que las publicaciones científicas no recogen bien la realidad de la propia actividad científica. Al menos en el mundo médico. Ver en Plos "Why current publication practices may distort science".

Especialmente dedicado a los estudiantes de "Aspectos básicos de la actividad investigadora"

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