domingo, 26 de febrero de 2023

Derechos de autor de obras con IAs o fotos

 Esta semana la oficina de derechos de autor de EEUU ha decidido retirarle esos derechos a una obra creada con la inteligencia artificial Midjouney. Un fallo como este da mucho que pensar, de hecho la capacidad artística de las inteligencias artificiales era un tema de conversación habitual en los último meses. Curiosamente creo que lo que más nos hace plantearnos no es lo que sí hacen las inteligencias artificiales, sino la esencia de lo que hacíamos sin ellas. ¿Alguien puede definir de forma precisa e inequívoca qué es arte? Pues si no se puede no hay discusión.

Quizá no podamos definir con precisión lo que es arte, pero sí podemos aproximarnos a los usos u costumbres que están universalmente aceptados sobre este tema. Por ejemplo la fotografía. Una puesta de sol puede ser muy bella y producirnos fuertes emociones, pero nunca diríamos que es arte. En cambio una fotografía de esa puesta de so sí podría serlo. Una fotografía realizada por un artista humano, con una intencionalidad, un gusto estético que le hizo elegir ese modelo y elegir entre las muchas fotos que disparó la que finalmente expone en una galería o algún otro espacio tradicional del circuito artístico. ¿Alguien pensaría que esa foto no puede ser arte por que en su creación se ha utilizado una “cámara de fotos”? Por muy tecnológico que sea ese dispositivo que media entre la intención de la artista y el producto final.

Desde un punto de vista conceptual, estas inteligencias artificiales se parece mucho a las  cámaras de fotos. Observan un trozo del mundo seleccionado por los artistas, ofrece resultados ante una intención manifestada por el artista y entre de ellos se selecciona el producto final, de nuevo una selección intencional realizada por la autora. El trozo de mundo que observa el dispositivo no es una puesta de sol sino muchas, un conjunto de datos de entrenamiento. Pero es un conjunto concreto, seleccionado con una finalidad, no es algo aleatorio. Lo mismo que pasaba cuando el fotógrafo  fue a mirar un espacio concreto y no cualquier lugar. Lo mismo que cuando eligió entre diferentes tomas.

No es arte cualquier foto ni lo es cualquier producto de Dall-E o Midjourney. Hace falta que lo manejen personas que las operen con una intención artística y las hagan navegar por el trozo adecuado de la realidad y seleccionen de entre sus productos el ideal para su empaquetamiento final y exposición hacia el público. Eso hizo Kristina Kashtanova creando cómic ayudándose de Midjourney. Conceptualmente (en mi opinión al menos) igual que podía haberse ayudado de una cámara de fotos, una fotocopiadora o, en última instancia un lápiz. Y eso es lo que cuestiona la oficina de derechos de autor insistiendo en que no se puede proteger una obra “no humana”. Como si se le negaran los derechos a una foto de una puesta de sol que, obviamente, tampoco es humana.

El ámbito del derecho no es el entorno en el que se encuentran las argumentaciones filosóficas más finas, pero es el que tiene que responder antes frente a innovaciones. Alguien reclama, alguien se queja y hay que resolver cuando la filosofía está aún desperezándose. Estos fallos nos animan a darnos más prisa en esa reflexión e ir tomando postura. La mía está clara, las IA son lápices con esteroides.

----

Referencias y notas:

Supe del tema por este hilo tuitero de Elen Irazabal. Allí mismo hay referencias a la noticia en distintos medios como Ruters. En esa noticia se enlaza la carta de la Oficina de Copyright de USA (que se baja en pdf al pinchar). Son 12 folios con figuras y una descripción detallada de como funciona la IA, vamos que no es que no la entiendan. Por cierto, la figura que ilustra el post está tomada de la carta esa. Otro par de sitios donde he leido la noticia son Hipertextual y Xataka. En la primera hablan de que los abogados de la artista usaron el ejemplo de la cámara de fotos (lo que digo yo arriba), y que la IA fue demandada por un grupo de ilustradores que, obviamente, no comparte el punto de vista y ven amenazado su trabajo y pretenden protegerlo legalmente. En junio pasado en el festival de arte y ciencia de la UPNA ya hablábamos de este tema, al final de la charla sobre diseño.

No hay comentarios: