Me decía un estudiante del Máster de Profesorado de Secundaria que las dos semanas de prácticas en un instituto le habían resultado más formativas que 4 meses de clases. Si esto fuera cierto sobraría el Máster, bastaría con empezar a trabajar y en las dos primeras semanas en el puesto ya se habría adquirido la madurez y formación del Máster. ¿Es esperable algo así?
Claro que no. A las dos semanas de prácticas uno llega con la cabeza llena de cuestiones que resolver, está especialmente receptivo y reflexivo. Además está en un entorno protegido por un tutor, en el que no es problemático equivocarse. Y por último y más importante, sobre las prácticas se reflexiona, es obligatorio preparar un informe al respecto.
El elemento clave es esa reflexión sobre lo que se hace y lo que ocurre; eso es lo que convierte un período laboral en una experiencia, en una práctica. Cualquier par de semanas de tu vida , si escribes una memoria al final, es un período de prácticas. Por eso, desde que abrí este blog, va ya para 7 años, estoy de prácticas por el mundo.
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