jueves, 26 de diciembre de 2013

Las III Jornadas PBL en Pamplona


Las jornadas tuvieron lugar en la UPNA, y yo fui uno de los 5 miembros del comité organizador. La experiencia ha resultado muy intensa y no podía dejar de comentarla, aunque sea con un poco de retraso sobre el evento en si. A ver si ordeno un poco las ideas para que no se me alargue demasiado el asunto:

1.- El fondo de la cuestión. "Si oigo olvido, si veo aprendo, pero si lo hago lo entiendo" es un dicho popular que podemos ver como el máximo resumen de las motodologías activas. El modelo típico universitario de ir al aula a recitar un conjunto de contenidos con el único fin de que como los he dicho ya los puedo preguntar es verdaderamente perverso. El rol del profesor en ese modelo se describe perfectamente con la palabra "enseñar": yo te enseño lo que hay que aprender y tu te lo curras como puedas, incluso yendo a una academia. En el momento que uno se preocupa seriamente por el resultado del aprendizaje, y se plantea que es lo mejor que puede hacer por que éste se produzca de la forma más efectiva posible cae de cabeza en poner a los estudiantes a trabajar: leer, escribir, buscar, hacer ejercicios, hacer problemas, plantear problemas o desarrollar proyectos. Lo que sea pero en modo activo. Convencido plenamente de esto, no pude rechazar la oferta de Ainhoa Ezeiza (verdadera alma mater de las jornadas, desde la I a la III), de colaborar en la organización de un evento anual centrado en profundizar en esas ideas.

2.- El objetivo. El objetivo en términos formales está ya escrito por ahí. Mi percepción era la de una reunión análoga a las de alcohólicos anónimos: personas que han conseguido dejar un hábito pernicioso (el de las metologías pasivas) con gran esfuerzo personal y recetas ad hoc, y que encuentran en una reunión entre iguales fuerzas e ideas para seguir adelante. Ver cómo lo hacen otros, exponer como lo hace uno, comentar las dificultades y aprender de los éxitos ajenos, ¿qué más se puede pedir? Pues el refuerzo emocional que da descubrir que, aunque en tú centro estás solo (o formas parte de un grupo muy minoritario), en realidad hay muchas personas "redescubriendo la misma rueda" en todas partes y en todos los niveles educativos.

3.- La comunidad. Probablemente por esa sensación de pioneros, de minoría no precisamente bien tratada en cada centro, la sensación de comunidad entre todos los asistentes (y muchos más que no pudieron finalmente venir) resultó verdaderamente notable. Con ese grupo todo resultaba fácil. Es muy interesante la diversidad de esta comunidad, especialmente en los niveles educativos que abarca, que son todos. Es verdad que faltaba representación de primaria, así que animamos a dicho personal a apuntarse a las IV jornadas, que no será porque no se utilicen metodologías activas en ese nivel precisamente.

4.- La organización. La organización de las jornadas ha estado entre lo artesanal y lo clandestino. Sin herramientas web de organización de congresos, sin apoyo administrativo, sin una campaña de difusión organizada, sin apoyos institucionales de ningún tipo, salvo la de la UPNA y en particular su Centro Superior de Innovación Educativa. A fuerza de correo electrónico puro, y con herramientas gratuitas de Google se hizo todo. Sin duda una forma de organización como esta (bastante distinta de la de otros congresos en los que he participado) es posible precisamente porque va orientada a la comunidad que mencionaba antes, con un grupo humano menos comprometido no habría sido posible. Quizá una organización más organizada (valga la redundancia) hubiera sido hasta contraproducente en ese contexto...

5.- El presupuesto. Se inscribieron unas 170 personas. Los estudiantes de la UPNA y profesores que asistieran solo a una sesión estaban exentos del pago. Pagaron los 40€ 105 personas, con lo que los ingresos han sido de 4200€. De ellos se han gastado unos 2000 en los cafés de los intermedios de las sesiones, y otros 500€ en papelería (los programas de mano, los plastiquillos de las acreditaciones y alguna cosa menor del tipo). El remanente que ueda se pretende dedicar a la edición de las actas de las jornadas. 

La idea de airear las cuentas está tomada de "los viajes del síndico", una sección del blog de Antonio Arias en la que detalla las facturas de sus viajes profesionales. Toda iniciativa de transparencia es poca, y se agradece mucho cuando se ve en otros. Y si no tienes nada que ocultar ¿qué cuesta hoy en día? (Por cierto, si no he detallado los céntimos es porque no tengo ahora delante los papeles y porque aún hay cosas en proceso, pero se publicarán con todo detalle en la web del congreso).

6.- Agradecimientos. En primer lugar a mis compañeros de organización, Ainhoa, Bego, David y Silvia.  El personal del CSIE de la UPNA hizo un trabajo excelente, y si no fue más de lo que es objeto de su contrato (como alguno me hizo notar), cosa que dudo mucho, por lo menos lo hicieron con un talante y disponibilidad que no son habituales y merecen un agradecimiento especial. También es muy destacable la disponibilidad de Julen Urizar, un estudiante que nos ayudó en las horas punta de las acreditaciones. ¡Gracias! 

7.- Conclusión. Pues ha sido una currada, pero también un placer y un orgullo haber estado tras semejante festejo. Se aprende mucho; a fin de cuentas, ¿qué más metodología activa de unas jornadas que organizarlas?

8.- Referencias. La web de las jornadas

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