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domingo, 30 de mayo de 2010

UPNA 2.0 (tercera entrega)

Me han puesto sobre la pista de un blog sobre e-learning que hace una reseña de la herramienta de teleenseñanza de la UPNA: Mi Aulario (powered by Sakai). La información procede de Universia y allí citan la nota de la propia UPNA.

Este curso he hecho un uso bastante intenso de esta herramienta, tanto para la docencia de las asignaturas como para mantener un espacio compartido con doctorandos o estudiantes de proyecto final de carrera. La experiencia ha sido excelente, sin paliativos.

Al comienzo del curso uno tiene creados los espacios de sus asignaturas y los estudiantes se incorporan automáticamente en cuanto se matriculan. Estos espacios o cursos cuentan con todas las herramientas habituales de las plataformas de teleenseñanza y se manejan con razonable sencillez. Pero la novedad es que es posible crear este tipo de espacios para grupos de personas que no necesariamente sean un profesor y sus estudiantes. Y también es sencillo y cómodo crea estos espacios. Así se pueden crear repositorios comunes de información para grupos de investigación, para parejas director- doctorando o cualquier otra posibilidad. La disponibilidad y comodidad hacen que efectivamente se use mucho para todo esto.

Hace un año casi exacto comentaba sobre el lanzamiento de Mi Aulario y terminaba manifestando mis dudas sobre la verdadera utilidad de esas comunidades de usuarios. Obviamente estaba equivocado entonces y mis temores eran infundados, la idea fue excelente y hay que felicitar a quienes la pusieron en marcha. Antes aún, cuando sólo había un concepto y se organizaban sesiones de discusión con gurús para irlo perfilando mi oposición era virulenta. Hay que reconocer el error y darles la razón a todos los que tuvieron la visión y han sido capaces de desarrollarla tan bien, comenzando lógicamente por David.

La foto, una memoria USB enfundada en la fachada de la Universidad de Salamanca, procede de aquí.

Estudiando la "usabilidad"

El pasado jueves (27 de mayo) tuvo lugar la defensa del Proyecto Final de Carrera de Ana Pascual. El tema del proyecto fue la "usabilidad", palabra no incluida en el DRAE y que es una traducción directa del inglés usability. Se refiere a la característica de un producto de poder ser utilizado de forma cómoda y satisfactoria por el usuario. La usailidad se ha estudiado más en profundidad aplicada al diseño de páginas web, pero el concepto es general, y a nosotros nos ha interesado especialmente en lo relativo a la discapacidad.

En una primera parte se definió el concepto y su relación con otros próximos como serían: accesibilidad, diseño centrado en el usuario, ergonomía cognitiva y diseño universal (o diseño para todos). Tras profundizar un poco en el concepto, ver ejemplos y un breve estudio bibliométrico sobre la evolución de las publicaciones científicas sobre el tema, el trabajo se centró en el análisis de las metodologías propuestas para evaluar la usabilidad. Todas estas cuestiones tan abstractas se concretaron en el capítulo final en un ejemplo: el estudio de la falta de usabilidad del servicio de emergencias 112 para usuarios sordos y la propuesta de posibles soluciones.

A ver si la concienciación y el conocimiento sobre estos temas siguen aumentando y contribuyendo a hacer un mundo más agradable para todas las personas.

En la foto Ana y yo (que dirigí el trabajo) junto con los demás miembros del tribunal. La luz del proyector nos corta la cara a los bajitos, en el momento no nos dimos cuenta.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tolerancia a la frustración

Hoy vuelve a hacer fresquito en el campus. Ayer hizo bastante calor, primer día de verdadero calor del año.

A las cinco y media alguien, da igual quien (y seguro que es una persona estupenda), envió un mensaje a la lista de correo de distribución general de la universidad (info-general) pidiendo soluciones "a quien corresponda" (sic) porque tenía demasiado calor. El mensaje fue seguido por unos pocos más que abundaban en el tema y también se quejaban de su propio calor. El mensaje original citaba el Real Decreto 486/1997 que parece ser, según el autor, regula los rangos de temperatura aceptables para el desarrollo de trabajos sedentarios en lugares cerrados. Con ese fundamento jurídico, y una medida realizada en su lugar de trabajo, solicita "a quien corresponda" que cumpla la normativa.

En su momento no me llamó la atención, pero al notar hoy que ya no es necesario el aire acondicionado me han saltado las alarmas. ¿No podemos soportar un sólo día de calor sin protestar? ¿No tenemos recursos personales para gestionar situaciones incómodas? ¿No somos capaces de entender la problemática que conlleva encender un sistema de aire centralizado para miles de personas? Ya de su coste económico ni hablamos. Posiblemente el solicitante no sepa cómo es el sistema de aire acondicionado del la universidad, del mismo modo que tampoco sabe de quién depende ni a quién dirigirse (eso lo declara al iniciar su carta "a quien corresponda").

La historieta en cuestión no pasa de ser un anécdota, pero creo sirve para ilustrar un hecho que se instala cada vez con más fuerza entre nosotros: la disminución de la tolerancia a la frustración. Y ese hecho tiene repercusiones muy importantes para la educación. Los estudiantes nos parecen cada vez más vagos e incapaces de asumir retos, normal, es que forzarse a estudiar un poco más o preparar ese trabajo para subir nota supone un sufrimiento, y no estamos dispuestos a ello. Y esto que podemos ver en asignaturas sueltas también se manifiesta en decisiones globales: ¿Ingeniería de Telecomunicación? Una carrera que dura 7 años de madia, que tiene asignaturas dificilísimas de aprobar y que no garantiza un sueldazo el día de acabar, ese sufrimiento lo va a soportar quien yo te diga.

Otro aspecto preocupante de esa intolerancia a la frustración es que dificulta la gestión eficiente de su causa, abocando a una pura queja al viento, como el llanto de un bebé "mamá algo me incomoda, ven y arreglralo". De mayor eso se traduce en "yo tengo derecho" por tanto que lo garantice "quien corresponda". Sin pensar que "quien corresponda" es una persona igual que tu, que tiene que tomar decisiones y que está sujeto a las leyes de la naturaleza: aunque hubiese voluntad y dinero para encender el aire acondicionado, seguro que tarda un par de días en estar operativo sólo por cuestiones técnicas.

No hay que confundir la tolerancia a la frustración o al sufrimiento, con la tolerancia a la injusticia o la arbitrariedad. Son cosas muy distintas. Pero un día de calor no es ni injusto ni arbitrario, por eso me parecía un buen ejemplo.

No se si tendrá algo que ver o no, pero esta reflexión me ha traído a la memoria como la médico de la universidad decía en una reunión que estaban aumentando de forma muy patente las patologías como la depresión. No recuerdo como llamó al conjunto de esas patologías, me queda la idea de "disconfort psicológico" o algo así pero seguramente es una reinterpretación inventada.

No hace tanto la UPNA no tenía aire acondicionado, y hace un poco más era un elemento de lujo que no se encontraba casi en ningún lugar. Hoy ya no lo percibimos como una agradable comodidad, sino como un derecho inexcusable.

domingo, 23 de mayo de 2010

Primeras fases del desarrollo del EEES

Mañana se defienden unos trabajos fin de Master de los que se supone que yo he dirigido alguno. No he tenido ocasión de ver el documento final, pero tengo que emitir un informe y ponerles una nota.

La primera reunión para ir confeccionando el encargo docente para el curso próximo está convocada para el 25 de mayo. Si no se tuerce la cosa el 15 de junio sabremos lo que hemos de empezar a impartir a primeros de septiembre. Aun sin saber quien va a impartir qué, ya se han hecho los horarios del curso; no se quien habrá asistido a las reuniones de modificación que se organizan.

Desde las direcciones académicas de los posgrados oficiales nos piden que realicemos fichas docentes de asignaturas (que impartimos en cursos pasados o que son afines a nuestros perfiles) en las que se incluya el profesorado que las va a impartir, incluyendo la firma de cada profesor a esos datos.

Preguntado en las instancias oportunas (al más alto nivel), no se obtiene una respuesta única a si un Ingeniero Técnico (de los de antes) con un Master de 90 ECTS (de los de ahora) necesita más requisitos para realizar el Doctorado. En esas conversaciones descubro que una cosa es la "admisión" y otra el "ingreso", interesante cuestión léxica que no dudo tiene su trasfondo legal y su intríngulis, pero el caso es que no hay una respuesta a esa pregunta tan clara; y no es una pregunta retórica, hay estudiantes con nombres y apellidos en esa situación.

Mientras, el inspector ha comenzad a realizar su función y ya se pasea por el aulario tomando nota de las aulas que están vacías cuando no tocaba, con lo que cada clase trasladada a un laboratorio a última hora hay que empezar a documentarla y enviar el documento a... vaya, no está previsto. Así que primero te denuncian y luego te explicas, si puedes.

Si hay suerte y buena voluntad, este período transitorio es posible que termine en un tiempo no demasiado largo. Entonces disfrutaremos por fin de unos planes de estudio de duración absurda y contenidos anticuados y desproporcionados.

Este es el resultado de 10 años de ilusiones y esfuerzos en el desarrollo de los magníficos principios (y no lo digo con ironía) recogidos en la Declaración de Bolonia y demás normas reguladoras del Espacio Europeo de Educación Superior.

Imagen tomada de aquí

miércoles, 19 de mayo de 2010

La vuelta de tuerca

Hace una semana anunció el Presidente del Gobierno un importante recorte de "gasto" público, incluyendo el sueldo de los funcionarios y las pensiones.

Claro, como uno es funcionario, y no de los niveles más bajos, parece que he de ir asumiendo un 10% de bajada salarial. Para los profesores de universidad llueve sobre mojado, los anteriores gobiernos necesitaron 20 años para bajar progresivamente un 17% el poder adquisitivo, ahora en un més perderemos un10% más de una tacada. Obviamente este hecho vivido en primera persona pone en entredicho la objetividad del análisis.

Lo que menos soporto es la "teoría" de que estas cosas son inevitables (o que lo merecemos, porque "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades"). Al ciudadano se le pide la misma fe en frases como "tenéis que sacrificar vuestro sueldo porque los mercados desconfían de vosotros" que se le pedía hace miles de años "tenéis que sacrificar un carnero porque los dioses están enfadados". Los chamanes que pedían sacrificios a los dioses marcaban diferencias con el pueblo, los demás no tienen poderes para entenderse con los dioses. Los chamanes de hoy son economistas (no todos, pero casi), y la pretensión de desarrollo científico de su actividad pretende que sus conclusiones son tan inexcusables como la ley de la gravedad. ¿Es así? La verdad es que hay análisis alternativos, especialmente brillante el de Vicenç Navarro hace un par de días.

Leía hace unos días que "unos datos pueden confesar cualquier cosa si se les tortura lo suficiente". Para evitar esos falsos testimonios una buena idea es presentar datos los más autoexplicativos posible, y que cada uno los lea a su manera. En la gráfica anterior (fig 5) se presenta, en gris, el porcentaje de la renta en manos del 1% más rico; en rojo se presenta la riqueza en manos del 80% de la población más pobre. Véase la evolución temporal de ambas líneas. El año 1989 (la caía del muro de Berlín) lo he añadido como línea vertical a la gráfica original (que procede originalmente del artículo allí citado y que se reproduce aquí y aquí, muy interesantes ambos artículos) .

Por añadir una idea más, considerando sólo rentas del trabajo ¿cómo evoluciona la equidad? Pues puede verse en la figura adjunta (fig 6, tomada de las mismas fuentes, esta y esta), aquí no he marcado 1989, pero se encuentra muy fácilmente.

Los datos de estas gráficas se refieren a Estados Unidos, estaría muy bien ver si la tendencia por aquí es equivalente. Quizá no tanto, y por eso hay que acelerar ahora medidas correctoras. En todo caso el "tijeretazo" (que es como se ha dado en llamar el conjunto de medidas) sin duda constituye una vuelta de tuerca en las tendencias económicas de las últimas décadas, especialmente tras confirmar que no está previsto ningún cambio impositivo para las rentas más altas.

Juicios de valor, etiquetas ideológicas, insultos y otros calificativos quedan para mejor ocasión.

martes, 18 de mayo de 2010

Tasubinsa nos da un premio

El pasado jueves (13 de mayo) tuvo lugar la entrega de los primeros premios Tasubinsa. Con ocasión del vigésimo aniversario de la creación de la empresa han puesto en marcha esta iniciativa que, según dijo su presidente, pretende repetirse con carácter quinquenal. Salvo esta pequeña (pero eficiente) ONG que es Investigación Solidaria Sadar, todos los demás premiados fueron grandes empresas, los principales clientes de Tasubinsa.

La noticia en la página de Tasubinsa, en Diario de Navarra y Diario de Noticias.

Veo que no es infrecuente que entidades del mundo de la discapacidad premien a organizaciones de las que dependen económicamente (ver, por ejemplo). No es que vayan a dejar de hacerlo si no se les premia, pero siempre es una buena práctica reconocer la labor ajena. Nuestro caso es especial, porque no somos clientes de Tasubinsa, no les proporcionamos trabajo. Más bien podríamos decir que somos proveedores, proveedores de ideas y de tecnología que transferimos sin esperar nada a cambio. Bueno, nada más que la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad que trabajan allí. Es por tanto es especialmente gratificante que se reconozca esa labobr con este premio. Muchísimas gracias. Otra cosa es la estatuilla en que se materializa la distinción... creo que se va a crear un cisma entre los miembros de la asociación por ver que estantería adorna.

martes, 11 de mayo de 2010

La creciente dificultad léxica de la ciencia

Los científicos han dejado de ser personajes públicos hace años. Bien pocos avances científicos se pueden entender fácilmente. La frontera del conocimiento está muy lejos de lo que se explica en bachillerato. Pero hay una cuestión más que a menudo pasa desapercibida: el lenguaje que se utiliza en ciencia es cada vez más complejo.

Unas pocas entradas atrás comentábamos sobre la ley de distribución estadística de las palabras que conforman textos: la Ley de Zipf. En un estudio (publicado en Nature en 1992 y disponible en preprint aquí) se utiliza una esa idea, sofisticándola un poco, para generar un índice de dificultad léxica de los textos. Es un índice relativo, y para darle un valor absoluto el autor utiliza como referencia los periódicos. Se asume que el lenguaje de los periódicos generalistas es el cero de dificultad léxica. Frente a él las locuciones de un granjero hablándole a sus vacas puntúa -59, los cómics -27, Science 28 y Cell 38. Pero más interesante aún resulta que se puede hacer un seguimiento en el tiempo. Suponiendo que los periódicos se mantienen como nivel de referencia en todo momento, se puede medir la dificultad de una publicación en distintos momentos del tiempo.

Aplicando esta metodología se comprueba que la dificultad puramente léxica de los textos científicos se ha incrementado sensiblemente a lo largo del siglo XX. Hay datos sorprendentes, como que hasta 1947 Nature mantuvo un nivel próximo a 0. Se puede analizar este aumento de dificultad por disciplinas, por tipo de revistas, y respecto de la política editorial de las mismas (ver texto original).

Yo me quedo con dos ideas: hoy en día los cualquier texto científico utiliza un léxico sensiblemente más complejo que el utilizado por la población en general (indicado por los periódicos). Aunque Scientific American (Mundo Científico) se ha complicado menos que revistas más especializadas, ha perdido el nivel léxico de la calle, y el hueco no se ha cubierto. Según el autor del trabajo no hay revistas de divulgación con índice de dificultad léxica 0.

Lo que no queda claro es la causa última de la complicación del lenguaje científico. Puede deberse a que los temas de trabajo se especializan, se diversifican y crean jergas específicas. Pero no sería de extrañar que hubiese otros motivos. No deja de ser curiosa la coincidencia del despegue de la dificultad léxica con el comienzo de la evaluación de los científicos por número de publicaciones. En todo caso esta cuestión queda abierta por ahora.

lunes, 10 de mayo de 2010

La iglesia del Flying Spaguetti Monster

La semana pasada se presentó en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia la solicitud de inscripción de la iglesia pastafari, o iglesia del Monstruo Espagueti Volador (Flying Spagetti Monster Church). Se pueden seguir las evoluciones del grupo promotor del reconocimiento en España de esta acrisolada confesión a través de su twitter, en el que declaran ("en la bio") su devoción: Iglesia Pastafari, la verdadera religión. ¡Todo por la pasta!

A pesar de que yo siempre he tenido una inclinación importante por la religión Jedi, su falta de pujanza en España me lleva seriamente a plantearme el pastafarismo. Si finalmente la inscripción se hace oficial que cuenten conmigo.

Hay mucha gente que no se toma en serio esta iniciativa, y que incluso ve escondidos juegos de palabras en el rezo sagrado ¡Todo por la pasta! Gente que, sin ambargo, considera serio condenar a muerte a un escritor por un libro o a un dibujante por unas viñetas. Gente que exige (y consigue) no sólo tener sus propias escuelas, sino tener un hueco en todas, gente que a menudo se pone por encima de la legalidad democrática y que vive del dinero público. Espero que se cuiden muy mucho de blasfemar en mi presencia, porque yo por el FSM ma-to.

domingo, 9 de mayo de 2010

Acceso a la universidad desde las Escuelas Europeas

Respondiendo a la solicitud de un colega (trspapelado hace años y recuperado gracias a las redes sociales) publico aquí su reivindicación. También los buenos estudiantes necesitan una atención razobable, especialmente cuando no cuesta dinero. En sus propias palabras:

La historia

España es copropietaria de las Escuelas Europeas (EE) donde estudian sobre todo hijos de funcionarios de la UE. Las EEs se inventaron en los inicios de la CEE con el doble objetivo de educar “para Europa” y de permitir a los estudiantes volver en cualquier momento al sistema educativo de su país de origen.

Las EEs son unas escuelas multi-lingües, duras (¡con reválida y exámenes orales para sacarse el Bachiller Europeo!) y son bien reconocidas. Como muestra en Oxford y Cambridge puedes entrar con 8,5 de media de una EE, mientras piden un 9 de media en el bachiller español. Apunta 8,5 EE = 9 Español.

¿ Qué creéis que pasa cuando los chavales quieren ir a la Universidad en España ?

¿Que los reservan plazas porque son hijos de "eurócratas"? (eso hacen en Portugal)

Pues al contrario: se les considera "procedentes de un sistema extranjero" y se les obliga a convalidar el título (por la UNED) y en ese trámite que hay que hacer con prisas para no perderse los plazos de matrícula, de paso se les bajan las notas.

El 8.5 que en Oxford consideran como un 9 español se les baja a 8,13. La excusa en que en las EE se califica de 0 a 10, pero hace falta un 6 para aprobar.

El hecho es que sólo la mitad de los alumnos españoles se vuelven a su país, cuando la media en las EEs es del 70%. Los profes ingleses les ayudan a preparar los formularios para las universidades inglesas y se los llevan “a puñados".

Estamos perdiendo a unos chavales bastante bien preparados, y que YA son europeos. Muchos, si no pisan la Universidad en España, van a cortar con España para siempre.

Los padres llevamos años (y gobiernos) peleando por que no se penalice volver a España.
Estamos hablando con Ministerio de Educación, que nos da largas y largas... El vicepresidente de la Comisión Europea (Kallas) escribió también al ministerio y le contestaron como a nosotros “Estamos en todo por Europa, pero este detalle pues va ser que no”.

Aceptar el Bachiller Europeo directamente no costaría dinero (hasta ahorraría trabajo a la UNED). Y no digo que estemos perdiendo genios, pero estos chicos vienen como poco “con el Erasmus hecho”.

Para profundizar, sobre el cálculo de la nota en este ppt, y sobre la reivindicación en general en esta web.

La imagen tomada de aquí.

viernes, 7 de mayo de 2010

Fractal thinking wanted

Sube el paro; parece que abaratar el despido hará que los empleadores tengan menos miedo a contratar, ayudando a que baje. Pero ese abaratamiento supondrá también que el empleo en general sea más precario, creando menos seguridad y dificultando que los jóvenes se vayan de casa. Al no irse de casa no compran pisos, lo que no contribuye a recuperar el sector económico que ha generado la subida del paro. Otro efecto de la inseguridad laboral es el retraimiento en la decisión de formar una familia, con el consiguiente descenso demográfico. Un descenso demográfico que supone una importante dificultad para mantener las pensiones a largo plazo.

En este asunto de la organización de la sociedad (que algunos se empecinan en llamar economía) todo tiene que ver con todo. Pero esas relaciones sólo somos capaces de entreverlas cualitativamente (nadie puede saber cuantos puestos de trabajo supondría un 20% de rebaja de costes del despido).

Ante este tipo de situaciones complejas hay dos tipos de aproximaciones, la organizativa y la ecológica. La primera persigue un análisis detallado, definiciones precisas, planos, modelos, simulaciones, para concluir en una propuesta general de todo. La propuesta ecológica consiste en ir corrigiendo por prueba y error en una suerte de selección natural sociopolítica. Ambas posturas (y la calificación de una como pasado y otra como futuro) las resume Ryan Jacobi como: "The future of strategy is: design, launch and learn. The past of strategy was: deliberate and decide" (yo he llegado a la cita por J. Freire gracias a un RT de María). Aunque me de miedo, y no tenga claro que eso sea bueno, coincido en que el futuro, el presente ya, va por esa linea de prueba y error.

Pero me resisto a creer que no haya otra opción. Es difícil poner en el mismo plano de razonamiento lo micro y lo macro, lo estadístico y lo personal, lo económico y lo social... Además sería una forma de pensar muy distinta de lo inductivo/ deductivo a lo que estamos acostumbrados. Le he puesto como título "pensamiento fractal", aunque viendo las cosas místicas que aparecen en la red bajo este nombre casi me arrepiento.

La falta de ese "pensamiento fractal" en la gestión de la universidad nos aboca estos días a un proceso que parecía menor a la hora de plantear las grandes decisiones boloñesas (duración de las carreras, mapas de titulaciones, organización general de las enseñanzas y demás): quién da qué. Algo tan importante como que los recursos humanos se ajusten adecuadamente a la tarea a desarrollar. Resulta que no hay procedimientos establecidos, ni pensados, ni propuestas previas reflexionadas ni nada. Ahí tenemos la docencia para el curso próximo como un cadáver tirado en el prado, rodeado de buitres tomando posiciones para tomar su trozo en perfecto orden jerárquico... de fuerza bruta. ¿De verdad vamos a optimizar por ese procedimiento de "design, launch and learn"?

Imagen tomada de aquí.

jueves, 6 de mayo de 2010

Prioridades políticas

Ayer tuvimos una lacrimógena reunión en la que técnicos de la unidad de investigación de la UPNA nos explicaron como vamos a perder 1,8 millones de euros en proyectos concedidos por el Gobierno de Navarra. Que si autorizaron verbalmente (por e-mail, vamos) cambios de año en el gasto que ahora no autorizan y otros detalles técnicos que no vienen al caso sirven para "vestir el expediente" que concluye con lo dicho, un tercio de lo que se concedió a los proyectos no se va a liquidar realmente. La razón última que se da (aunque tampoco se escribe) es la falta de liquidez real del Gobierno.

No se cuales son las gestiones de más alto nivel que se han hecho por este tema (afortunadamente ya estoy muy lejos de esas comidillas) seguramente menos de las que me gustaría, pero en todo caso a estas alturas de la legislatura (de ambas legislaturas en realidad) las relaciones entre el Gobierno y su Universidad (con su me refiero a la de su responsabilidad, no la de su corazón) son penosas y no habría cambiado nada.

Los titulares son transparentes: para qué si hay disponibilidad económica aun sin tesorería y para que no hay voluntad política ni para convocar una mísera reunión aunque solo fuera para salir del paso.

Ya se divisan en el horizonte las elecciones que han de cambiar (o refrendar) a los responsables de esta situación, pero ya he vivido suficeintes veces el refrán "otro vendrá que bueno le hará" como para que eso resulte inequívocamente esperanzador.

sábado, 1 de mayo de 2010

Las medidas y su uso

Para celebrar el día del trabajo he estado leyendo sobre la medida (en concreto dos preciosos libros que compramos en Amazon, 1 y 2). Pensaba retocar el primer tema de la asignatura de Instrumentación (5º, Ing. Industrial) confiando en seguirla dando el próximo curso, que a estas alturas aún no sabemos nada (¡la boloñesa tarda en cocerse!).

Medir, cuantificar, asignar números a las cosas resulta una herramienta poderosísima. Probablemente por eso resulta, a su vez, tan repugnante en multitud de ocasiones: No queremos que se mida nuestra presencia en el puesto de trabajo, no queremos que se mida nuestra producción científica, la calidad de nuestra universidad. "Even among the physical scientists, the profession most susceptible to measurement (in both senses of the adjective), it is widely understood that quantification must not be allowed to dominate over insight and imagination" (en 1)

Oía esta mañana en la radio que desde que se ha impuesto el sistema de medida de asistentes a las manifestaciones (que ya comentamos aquí en su día) los organizadores y detractores son mucho más prudentes en sus estimaciones. Ahí está la pista. En ausencia de medidas (se entiende de medidas buenas, precisas, fiables) estamos en el reino del convencimiento, de la persuasión, de la sugestión. Y mucha gente se siente más capaz de persuadir a los demás de algo irreal que de comprender la realidad y actuar en consecuencia.

Incorporar la medida a un proceso supone un aumento de complejidad significativo, porque hay que entender las medidas, interpretarlas en su justa medida, contextualizarlas, como decía la cita anterior, incorporarlas en un modelo con imaginación e "insight" (que no se ahora traducir con precisión). Antes cualquiera halaba de un millón de manifestantes, ahora sabemos que 30.000 pueden ser muchísimos, y un millón algo casi imposible. Pero aún estamos en el proceso de digerir esos números.

¿Qué se teme de que una máquina compute nuestras horas de presencia laboral? Que otros sepan que no cumplo, que yo mismo me dé cuenta de que no cumplo... Pero bien mirado quizá exceda las horas. Esos datos bien gestionados permiten una flexibilidad magnífica. Pueden hacer que el trabajo se adapte mucho mejor a las necesidades del servicio y a las de la persona que lo realiza. Pero ese paso desde el comienzo de las medidas hasta la asunción de un modelo de uso y gestión de esa información adecuado da miedo (y con razón).

Está claro que una cosa es medir y otra muy distinta utilizar el resultado de las medidas. Lo primero es difícil, pero de una dificultad técnica, lo segundo requiere de imaginación y profundización en el análisis, y es más complicado aún. En todo caso es un esfuerzo ineludible. No se me ocurre situación en la que algo que se pueda medir sea mejor dejarlo sin hacer.

La figura es de aquí