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viernes, 23 de diciembre de 2022

No me pongo de acuerdo conmigo mismo

Suena el despertador. Debería levantarme, ya pero se está tan bien aquí... Venga, pongámonos de acuerdo, cinco minutitos remoloneando y arriba. Hay que jorobarse, sin salir de la cama y ya somos tres negociando.

Que si nos fijamos, los tres es una imagen recurrente en dibujos animados. Un desdoblamiento de la persona que se concreta un un homúnculo "bueno" (el que quiere cumplir y salir de la cama), el "malo" (que quiere remolonear) y el ser "real" que no desaparece al aparecer los otros dos; es el juez que, tras escuchar a las dos partes, decidirá y actuará en consecuencia. Supongo que es una representación estándar por que debe ser muy común esa sensación de desdoblamiento. De una u otra forma todos la sentimos. Al menos los que pensamos en palabras, que parece que no todos, no siempre.


Una idea que se  me ha pasado por la cabeza antes de ponerme con algo más "productivo", algo que pensaba al hilo de tomar estas notas: escribir un diario es, de alguna forma, recrearse en ese desdoblamiento. Te escribes a ti mismo, te desdoblas en el que escribe y el que lee. Y a veces te sorprendes a ti mismo: el que lee disfruta de lo que ha escrito "el otro", incluso descubre cosas que no sabía. ¿Algo que no sabía de sí mismo? La mente es algo sorprendente.

Sobre esto de que somos varios creo que la psicología ha trabajado bastante. Lo recuerdo en The Happiness Hypothesis, de Jonathan Haidt. En concreto hablaba del elefante y su conductor, el cuerpo sensorial con sus deseos inmediatos y el conductor, racional, más capaz de diferir la recompensa. A ver si lo busco y lo releo...

Hecho, incluso tenía unos cuantos subrayados (cosas de la lectura en digital). Todo el primer capítulo va de ese tema de la mente dividida... y es escalofriante. Dejo unos pocos de esos subrayados y, de verdad, recomiendo leer el libro:


The mind is divided into parts that sometimes conflict.

We assume that there is one person in each body, but in some ways we are each more like a committee whose members have been thrown together to do a job, but who often find themselves working at cross purposes. Our minds are divided in four ways. The fourth is the most important, for it corresponds most closely to the rider and the elephant; but the first three also contribute to our experiences of temptation, weakness, and internal conflict.

Split-brain studies are important for this book because they show in such a dramatic way that one of these modules is good at inventing convincing explanations for your behavior, even when it has no knowledge of the causes of your behavior.

Human rationality depends critically on sophisticated emotionality.

Moral arguments are much the same: Two people feel strongly about an issue, their feelings come first, and their reasons are invented on the fly, to throw at each other. When you refute a person’s argument, does she generally change her mind and agree with you? Of course not, because the argument you defeated was not the cause of her position; it was made up after the judgment was already made.

Our minds are loose confederations of parts, but we identify with and pay too much attention to one part: conscious verbal thinking.

 

Por cierto, es curioso como leemos cosas que nos van conformando, aunque olvidemos detalles y, más aún, el origen de lo leído. Pensando eso escribí una notita en 2016 y dibujé la metáfora de que los libros aran el cerebro.

(Mayo 2023)  Sobre la mente dividida, este vídeo encontrado por tuiter es muy gracioso: https://twitter.com/kinkyhush/status/1653811186205437986

2 comentarios:

  1. "¿Me contradigo?.
    Muy bien, me contradigo.
    (Soy amplio, contengo multitudes)."
    Hojas de hierba - Walt Withman

    "- ¿Cuál es tu nombre?.
    Y le respondió diciendo:
    - Mi nombre es Legión, pues somos muchos."
    Marcos 5.9

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