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lunes, 30 de mayo de 2022

Elektrical Body de gira internacional (2/2). El lugar, la compañía y la Compañía

 (Continúa de la entrada anterior)

Aparte de la cosa más técnica de las actuaciones y sus entornos, hay muchas sensaciones que merecen un comentario en una gira tan peculiar (para alguien como yo). Para empezar el lugar, Ciudad de México


La sensación inicial, nada más bajar del avión, fue la de estar en una mezcla entre Estaos Unidos de Norteamética y Andalucía. Andalucía por el acento suave, la devoción religiosa, la temperatura, el buen rollo de la gente... y los USA por las carreteras, la forma de construir o la necesidad del coche para todo o la presencia de policías (muy) armados. Al ir pasando los días crece la fascinación, la vida en la calle, las tiendas. Flipé con "maniquíes vivos" (o personas anuncio, como se quiera) luciendo trajes exagerados a la puerta de tiendas de ropa. Espacios inmensos, tanto modernos (como el museo de arte contemporáneo de la UNAM) como arqueológicos (Teotihuacan) junto a tienditas minúsculas y barrios abigarrados. La comida sorprende menos, ya hemos estado en restaurantes (decentes) de cocina Mexicana en España, y ya tienen allí cadenas de todo tipo. Para 4 días de visita no me atrevo a comentar mucho más.


La compañía, las personas con las que compartí el viaje, son sin duda lo mejor de todo. A priori no era fácil pensar en la convivencia diaria (como hacen los artistas de gira) entre un señoro mayor, científico de profesión, y unos jóvenes artistas. Sin embargo resultó de los más fluido y enriquecedor. Carmen, Polina, Álvaro, Stefano, Lorenzo y Martín, un lujo de compañeros (en Barcelona, tras el bolo se apuntaron más personas al local de la luz roja).

Emboscarse en un grupo de una edad y profesión tan alejados es muy ilustrativo. En absoluto se trata de pensar en esos días como en el trabajo de campo de un antropólogo, pero desde luego que la proximidad a los problemas, ilusiones, diversiones y reflexiones de mis compañeres enseña mucho. Entre otras cosas, a entender mejor a mis hijes, porque con elles, aunque haya proximidad, la relación familiar opaca. Quizá la cosa más llamativa es que con ese salto de generación el sexo y el género son "otra cosa", algo comprensible pero inalcanzable desde la rigidez en que se crio nuestra generación. 


Una última curiosidad que comentar es la metamorfosis de la Compañía, la aparición de un "cuerpo de baile" a partir de la coordinación de las personas individuales. Elles no se observan cuando lo hacen, y no es habitual que haya otras personas allí mirando, pero como yo tenía que participar, pero no en lo físico, estaba presente como mirón en ese proceso previo que, en condiciones normales, dura una hora.

Llegan personas distintas, cada una con su ropa y su forma de andar. Empiezan a tomar posesión del escenario y a estirar músculos. Al cabo de un rato se empiezan una rutina de calentamiento (de una media hora) en la que cada vez lo movimientos va siendo más coordinados. Luego pasan al vestuario (maquillaje y retoques peinado) y finalmente a un refuerzo explícito de la complicidad. De ahí salen andando con los mismos movimientos y vestidos igual. Se ha completado la metamorfosis en sentido directo. La vuelta a la normalidad, necesariamente menos duradera, en ocasiones da lugar tensiones y brusquedades. Los bolos de mediación, especialmente si son cortos, resultan menos exigentes físicamente y el proceso es menos intenso, pero cuando han de bailar la pieza completa, de una hora sin interrupciones, resulta muy interesante de observar.

Espero que tengamos más ocasiones de representar esta pieza que, con el tiempo, me va gustando cada vez más. La posibilidad más cercana es el próximo 30 de septiembre en Pamplona. Iremos viendo si se confirma.  

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Enlaces a vídeos de la mediación grabados en otras ocasiones, ambas anteriores a este viaje:

Naukas 2021

Feastival Arte y Ciencia UPNA 2020

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