Con motivo del 30 aniversario de la UPNA, entre otros muchos actos, se celebró un ciclo de "Diálogos" (que ya comentamos en el blog). Cinco temas importantes en la sociedad actual que dieron para una interesante conversación entre expertos en las respectivas materias: la sociedad en tiempos de posverdad, la salud en el siglo XXI, gastronomía y ciencia, robots y empleo en la industria 4.0, y energía y sostenibilidad.
Cuando se ve así el listado de temas se puede pensar, bah! Ya están ahí una panda de académicos engolados hablando en su jerga y prediciendo cosas que ocurrirán o no. Nada más lejos de la realidad, en todos los casos escuchamos cosas que, a pesar de que son ya pasado, nos suenan a ciencia ficción. Caravanas de camiones sin conductor que hacen trayectos en largas autopistas estadounidenses, robots que imitan emociones tan empáticas que se le hace muy difícil al usuario desconectarlos, tratamientos personalizados tan prometedores como impagables, procesos nacidos en cocinas vanguardistas que se han transferido a la industria de fabricación de materiales, la enorme caída en el precio de las energías renovables, o de la credibilidad de políticos populistas.
Pero más allá de las magistrales pinceladas de cada tema, el cuadro completo ofrece una imagen global que merece la pena comentar. El conocimiento científico avanza de forma exponencial, la cantidad de conocimientos que hemos generado como sociedad es enorme, tanto que nos sorprendemos cuando se repasa lo que ya se sabe. Y no se trata solo de conocimiento teórico, nos sorprende lo que se está aplicando ya en múltiples rincones de nuestra vida cotidiana. Sin embargo hay una preocupación generalizada por la falta de gobierno efectivo de ese desarrollo. Se reclamó la necesidad de una auténtica política energética más allá de una colección de parches, lo mismo con la política de I+D. Se reclamó una regulación sobre el desarrollo de la inteligencia artificial, sobre la personalidad jurídica y responsabilidad de los robots. Se reclamó una regulación más adecuada para la industria alimentaria y su etiquetado, para la industria farmacéutica…
Los mismos científicos, tecnólogos y gestores que están produciendo el enorme desarrollo de sus disciplinas reclaman regulación, hacen un llamamiento al “debate social” respecto de la dirección en que deben llevarse al día a día esos avances. Y en ausencia de un debate social estructurado y una adecuada toma de decisiones colectiva, estos grandes temas se resuelven en una suerte de ecosistema de intereses particulares en el que distintos lobbies tiran en distintas direcciones. Empresas, mayoristas, asociaciones de consumidores o asociaciones de damnificados (reales o imaginarios) intentan sacar el mejor partido de una situación falta de miradas de medio plazo, planes estratégicos o libros blancos.
Podemos ver esa lucha entre intereses particulares como la razonable organización de la sociedad civil o como el fracaso de la política (de la política con mayúsculas, la gestión de lo público, no la partidista lucha por el poder que se ha adueñado de la palabra). Quizá sea muy iluso pensar en un futuro diseñado basándose en el mejor conocimiento disponible en vez de una mera gestión del porvenir intentando parar cada día el golpe de dónde venga. Aunque pueda ser iluso, ese es el mensaje que yo saqué de escuchar a todos los expertos que participaron en los Diálogos.
Una visión personal de la Universidad en general y la UPNA en particular; la ciencia, la docencia y otras hierbas.
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miércoles, 20 de diciembre de 2017
domingo, 17 de diciembre de 2017
Precisión, la justa
¿Tiene sentido decir que en esta habitación hace 25,48765ºC? Suena raro ¿verdad? Y tanto. Con ese nivel de precisión la habitación no tiene una temperatura sino muchas. Cerca de la ventana la temperatura es más baja y cerca del radiador más alta; justo pegado a la bombilla mucho más alta, pero en un espacio muy pequeño…
Ya que nos ponemos precisos tendríamos que acudir a la definición de temperatura y, sin entrar en demasiados detalles, podemos decir que la temperatura es una propiedad de un “sistema en equilibrio térmico”, una porción del espacio en la que no hay intercambios de calor entre sus partes.
La habitación no es un sistema en equilibrio térmico porque los sistemas termodinámicos no existen, como no existen los círculos o las líneas, todo eso son idealizaciones. No existen en sentido estricto pero resultan útiles en multitud de ocasiones en las que que la realidad se parece a ellas suficientemente. Y la habitación se parece a un sistema termodinámico, o no, dependiendo de la resolución con que la miremos, con lo “pixelado” de la imagen.
Considerando una aproximación de un grado centígrado (25), o quizá hasta medio (25,5), una habitación es razonablemente parecida a un sistema termodinámico, entonces la temperatura del sistema, de la habitación completa, tiene sentido. Todo correcto; y por eso nunca nos extrañó decir que aquí hace 25 grados. En cambio si miramos con una precisión de millonésima de grado la habitación está lejísimos de ser un sistema termodinámico en equilibrio, la temperatura de ese espacio no está definida, y nada tiene sentido.
A veces nos dicen que no hay que usar demasiados decimales porque no son estadísticamente significativos. Pero como acabamos de ver hay veces en que no son significativos en absoluto. Así que a ver si nos esforzamos en no pasarnos de listos pasándonos de precisos.
jueves, 23 de noviembre de 2017
Toca bajarse de la torre de marfil
Como Responsable de la UPNA para la divulgación, voy a contar mi visión de la divulgación en la Universidad en el Congreso de Comunicación Social de la Ciencia que se celebra estos días en Córdoba.
Será en la sesión sobre agentes del jueves 23 a las 16:00 moderada por Pilar Perla. Con esta presentación:
Será en la sesión sobre agentes del jueves 23 a las 16:00 moderada por Pilar Perla. Con esta presentación:
Ciencia en el bar contado en Córdoba
En el Congreso de Comunicación Social de la Ciencia 2017, que se celebra en Córdoba en noviembre contamos el proyecto Ciencia en el Bar. Con esta presentación:
lunes, 20 de noviembre de 2017
El sentido del debate y debates sin sentido
Hay mucha gente interesante, buenos conversadores a los que da gusto oír hablar sobre cualquier cosa... casi. La felicidad humana, el amor, incluso el amor con mayúsculas (lo que quiera que signifique eso) son temas abiertos en los que cualquier postura bien defendida es interesante. Las decisiones sobre el futuro individual o colectivo, identidades, fuentes de energía (¿construimos centrales nucleares?), medios de transporte, gastronomía, gustos deportivos. La lista de temas sobre los que cualquiera tiene una opinión tan valiosa como la de cualquier otro es muy larga. Pero no infinita. No todos los temas son así.
No tiene sentido discutir sobre el calor específico del cobre. Ni sobre la finitud de los decimales de PI. Tampoco sobre la dosis de radiactividad que es inocua porque es indistinguible del fondo natural. No tiene sentido discutir sobre si la tierra es plana, hueca o es el centro del universo. Las cosas que se pueden medir o que se conocen a ciencia cierta no están sujetas a discusión. Al menos no a la misma discusión que en el caso anterior. Aquí los argumentos de todas las personas no valen lo mismo, de hecho valen solo los argumentos, no la gracia con que se defiendan o quién lo haga.
Algunas veces hay temas que están muy en la frontera, pero no tantas como nos quieren hacer creer algunos. Y la eficacia de la vacunación no es una de ellas. No sé si los periodistas y programadores que caen en este error lo hacen por desconocimiento o por maldad, buscando la audiéncia a través de la falsa polémica. Da igual. Son unos impresentables en cualquier caso, muy poco profesionales. Ojalá los "mass media" fueran más "medios de comunicación" y no solo empresas de entretenimiento en el que todo vale.
--
La imágen está hacha a partir del la noticia del programa de Carlos Herrera y del "congreso" que organiza la SER
No tiene sentido discutir sobre el calor específico del cobre. Ni sobre la finitud de los decimales de PI. Tampoco sobre la dosis de radiactividad que es inocua porque es indistinguible del fondo natural. No tiene sentido discutir sobre si la tierra es plana, hueca o es el centro del universo. Las cosas que se pueden medir o que se conocen a ciencia cierta no están sujetas a discusión. Al menos no a la misma discusión que en el caso anterior. Aquí los argumentos de todas las personas no valen lo mismo, de hecho valen solo los argumentos, no la gracia con que se defiendan o quién lo haga.
Algunas veces hay temas que están muy en la frontera, pero no tantas como nos quieren hacer creer algunos. Y la eficacia de la vacunación no es una de ellas. No sé si los periodistas y programadores que caen en este error lo hacen por desconocimiento o por maldad, buscando la audiéncia a través de la falsa polémica. Da igual. Son unos impresentables en cualquier caso, muy poco profesionales. Ojalá los "mass media" fueran más "medios de comunicación" y no solo empresas de entretenimiento en el que todo vale.
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La imágen está hacha a partir del la noticia del programa de Carlos Herrera y del "congreso" que organiza la SER
jueves, 9 de noviembre de 2017
LaborAble - Personas con discapacidad intelectual en la universidad
Se está desarrollando estos días un título propio de la UPNA dirifido a personas con discapacidad intelectual. Se trata del Diploma de Extensión Universitaria titulado: LaborAble, desarrollo de competencias para el empleo (detalles del curso aquí).
A mi han asignado media asignatura sobre tecnologías de la información y las comunicaciones, redes sociales y esas cosas que, más o menos, va funcionando bien. También me habían asignado un seminario sobre accesibilidad cognitiva, 3 horas sobre el tema. Me ha costado mucho plantearme un tema formal (que solo había explicado a ingenieros) en "lectura fácil", unas 8 horas. Salgo ahora de la sesión, bastante contento del resultado, se lo han pasado bien jugando al pictionary y con los otros ejercicios (a varios no nos ha dado tiempo). A la salida varios me han dicho que les había gustado y parecido muy interesante. Aún quitando lo pelotas que pueden llegar a ser (que ya nos vamos conociendo), es muy reconfortante.
Por si alguien se ve en parecida tesitura y quiere aprovechar el trabajo, aquí dejo las transparencias utilizadas:
A mi han asignado media asignatura sobre tecnologías de la información y las comunicaciones, redes sociales y esas cosas que, más o menos, va funcionando bien. También me habían asignado un seminario sobre accesibilidad cognitiva, 3 horas sobre el tema. Me ha costado mucho plantearme un tema formal (que solo había explicado a ingenieros) en "lectura fácil", unas 8 horas. Salgo ahora de la sesión, bastante contento del resultado, se lo han pasado bien jugando al pictionary y con los otros ejercicios (a varios no nos ha dado tiempo). A la salida varios me han dicho que les había gustado y parecido muy interesante. Aún quitando lo pelotas que pueden llegar a ser (que ya nos vamos conociendo), es muy reconfortante.
Por si alguien se ve en parecida tesitura y quiere aprovechar el trabajo, aquí dejo las transparencias utilizadas:
viernes, 3 de noviembre de 2017
Ciencia en el bar en TVE
Al equipo de Saber Vivir le pareció curiosa la iniciativa "Ciencia en el Bar" y vinieron a rodar algunas imágenes en a última sesión. Además nos han invitado a Javier Armentia y a mi a ir al plató en directo. Lo que finalmente se ha emitido está aquí, a partir del minuto 10:30
La tele es así, artificiosa, exagerada, atolondrada, corriendo con urgencia no se sabe bien a dónde, ahorrando tiempo todo el rato para gastarlo en no se sabe qué. Pero bueno, ellos sabrán. Nosotros hemos hecho lo que hemos podido por explicar algún concepto y, cuando menos, promocionar Ciencia en el Bar, que es un proyecto que mola.
La tele es así, artificiosa, exagerada, atolondrada, corriendo con urgencia no se sabe bien a dónde, ahorrando tiempo todo el rato para gastarlo en no se sabe qué. Pero bueno, ellos sabrán. Nosotros hemos hecho lo que hemos podido por explicar algún concepto y, cuando menos, promocionar Ciencia en el Bar, que es un proyecto que mola.
martes, 31 de octubre de 2017
Un par de colaboraciones esporádicas en radio (y otras en serie)
Hace mucho que no escribo nada específico para el blog, pero por lo menos voy recogiendo las cosas que hago en otros sitios. Algo es algo.
En estos días me han llamado de un par de programas de radio:
27 de octubre, en Boulevard de Radio Euskadi, sobre la tesis doctoral de Hawking, su apertura (gratuita) al público y la avalancha de descargas: audio aquí
30 de octubre, en Cope Navarra, sobre el último vídeo de ciencia en el bar y si el huso horario que tenemos es muy malo y el cambio de hora razonable: audio aquí
Y ya que estamos con la radio, este curso académico 2017-18 continuamos con Javier Armentia y Álvaro Valderrama con "El Vermú de la Ciencia" en Ser Navrra. Y ya vamos por la cuarta temporada. Los audios del vermú se van colgando en Ivoox (aquí) y en la página de Ciencia en el Bar (aquí).
---
Ah, se me olvidaba, también la 2ª colaboración con Carlos Marañón "el perolas" en su programa de Cope Navarra. En esta ocasión unas pinceladas sobre los hornos microondas:
En estos días me han llamado de un par de programas de radio:
27 de octubre, en Boulevard de Radio Euskadi, sobre la tesis doctoral de Hawking, su apertura (gratuita) al público y la avalancha de descargas: audio aquí
30 de octubre, en Cope Navarra, sobre el último vídeo de ciencia en el bar y si el huso horario que tenemos es muy malo y el cambio de hora razonable: audio aquí
Y ya que estamos con la radio, este curso académico 2017-18 continuamos con Javier Armentia y Álvaro Valderrama con "El Vermú de la Ciencia" en Ser Navrra. Y ya vamos por la cuarta temporada. Los audios del vermú se van colgando en Ivoox (aquí) y en la página de Ciencia en el Bar (aquí).
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Ah, se me olvidaba, también la 2ª colaboración con Carlos Marañón "el perolas" en su programa de Cope Navarra. En esta ocasión unas pinceladas sobre los hornos microondas:
jueves, 26 de octubre de 2017
Diálogos, 5 temas para reflexionar.
Con motivo del 30 aniversario de la UPNA, entre otros muchos actos, se celebró un ciclo de "Diálogos". Cinco temas importantes en la sociedad actual dieron para una interesante conversación entre expertos en las respectivas materias. Cada uno de ellos duró cerca de dos horas incluyendo las preguntas del público. Aunque el conjunto completo es bastante extenso, es un buen material para la reflexión. Las charlas se grabaron en buena calidad, más abajo están los enlaces a cada una. Por mi parte, agradezco mucho a los organizadores, la UPNA y Laboral Kutxa, la oportunidad de actuar como moderador en estos diálogos.
Enlace a la página del 30 aniversario de la UPNA
Enlace a la página Diálogos-Navarra
Enlaces a los vídeos (en You Tube):
- La sociedad en tiempos de posverdad
- La salud en el siglo XXI
- Gastronomía y ciencia
- Robots y empleo en la industria 4.0
- Energía y sostenibilidad
Enlace a la página del 30 aniversario de la UPNA
Enlace a la página Diálogos-Navarra
Enlaces a los vídeos (en You Tube):
- La sociedad en tiempos de posverdad
- La salud en el siglo XXI
- Gastronomía y ciencia
- Robots y empleo en la industria 4.0
- Energía y sostenibilidad
martes, 24 de octubre de 2017
La universidad a hombros de gigantes
Tuve ocasión de participar en el programa de RNE A Hombreos de Gigantes, conducido por el gran Manuel Seara Valero. Con motivo del 30 aniversario de la UPNA hablamos de muchos aspectos de la universidad: la internacionalización, los rankings, lo de que los estudiantes siempre vienen peor preparados que antes,...
Le agradezco mucho a Manuel la oportunidad, me lo pasé muy bien. El audio a continuación:
Le agradezco mucho a Manuel la oportunidad, me lo pasé muy bien. El audio a continuación:
domingo, 22 de octubre de 2017
Este artículo se publicó el 17 de octubre de 2017 en Voz Pópuli (ver allí).
Hay muchos síntomas que pueden llevar a pensar que está rota la máquina de hacer ciencia, como comentaba en estas páginas Antonio Martínez Ron hace unas semanas. En mi opinión esos síntomas se corresponden con un momento de crisis en la ciencia como actividad profesional, una especie de adolescencia del sector que habrá que gestionar adecuadamente para evitar que caiga en malos hábitos y continúe con un desarrollo saludable. Intentaré justificar esta idea en los siguientes párrafos.
La ciencia como búsqueda de la verdad tiene milenios, como forma de pensamiento estructurado centenares de años, pero como actividad profesional institucionalizada data de los años 50 del siglo pasado. Gracias al proyecto Manhattan se ahorraron años de guerra, muchas vidas y muchísimo dinero, obtenidos como rendimiento de una inversión bajísima (relativamente) en conocimiento. Ese proyecto sirvió de modelo y los estados comenzaron a financiar a los científicos a través de proyectos de investigación. Universidades y centros de investigación alojaron a un gran número de personas dedicadas profesionalmente a la ciencia. En muy pocos años se había creado un sistema de ciencia profesional con diferentes organismos financiadores, evaluadores del resultado de los proyectos, empresas, etc.
La estructura de ese sistema de ciencia profesional es distinto en cada país, se desarrolla a distintas velocidades en distintos lugares, pero comparte de forma casi global dos características relevantes para lo que aquí nos ocupa: (i) las publicaciones científicas en forma de artículos juegan un papel clave en el funcionamiento del sistema y (ii) la financiación pública dedicada a los mismos ha crecido de forma significativa y sostenida desde su creación hasta la crisis económica de la pasada década.
La actividad de un científico profesional gira alrededor de la publicación científica, de los “papers”. Un proyecto comienza con una revisión bibliográfica, la búsqueda y lectura de lo publicado sobre el tema a investigar. Luego la investigación se desarrolla guiada por la literatura existente respecto a métodos experimentales, etc. Finalmente se concluye con la redacción y publicación de nuevos artículos en los que se comunican los resultados de la investigación. Estos artículos los publican editoriales (en su inmensa mayoría privadas) tras un proceso de revisión por pares en el que otros científicos del mismo campo de especialización analizan, corrigen y, en su caso, autorizan la publicación. También están en la base de la evaluación de los proyectos y de los propios científicos: cuantos más artículos y de mejor calidad se han publicado, se entiende que mejor es el proyecto (o el científico). Finalmente, los organismos financiadores actúan basándose en esas evaluaciones de calidad concediendo proyectos como continuación de otros exitosos, promocionando a científicos mejor evaluados frente a otros, etc.
Cuando el sistema anteriormente descrito está afinado (lo que ha ocurrido en la mayoría de las disciplinas durante décadas) los intereses de todos los actores están alineados, el mayor beneficio de cada uno coincide con el beneficio del sistema entero. Seguramente por eso ha funcionado tan bien tanto tiempo. Los investigadores quieren leer artículos relevantes para su trabajo; las editoriales quieren, por tanto, publicar trabajos interesantes; los revisores evitan errores y cuestiones de poco valor; los científicos, a la hora de publicar, comunican resultados correctos e interesantes para que pasen la revisión y sean publicados; los evaluadores disponen de un “proxi” de calidad (el número y calidad de los artículos) razonablemente objetivo y fiable; y los financiadores disponen de un mapa suficientemente fidedigno del sistema como para destinar los recursos adecuadamente (con la mezcla de criterios políticos y de rendimiento que en cada caso se hayan planteado). Como además los presupuestos destinados al sistema van creciendo, se van creando nuevos grupos de investigación y puestos de trabajo de científico profesional a un ritmo que hace que la mayoría de los jóvenes investigadores puedan desarrollar una carrera (de ahí que durante muchos años el paro entre personas con doctorado fuera muy cercano a cero http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-tasa-de-paro-de-los-doctores-en-Espana-esta-por-debajo-del-5 ).
Aunque la anterior descripción presenta una visión simplista (incluso podríamos decir que edulcorada) de la situación real, se pude considerar el modelo ideal que los diferentes actores tenían en la cabeza y cuya consecución se ha ido buscando introduciendo reforma tras reforma suavemente. Pronto se vio que evaluar considerando sólo el número de artículos generaba una inflación de los mismos, disminuyendo su calidad, lo que llevó a introducir la medida de calidad a través del impacto de los trabajos, el número de veces que eran citados tras su publicación (y el valor medio de esas citas de cada revista, el famoso “factor de impacto”. En España se introdujeron los “sexenios de investigación” como incentivo para incorporar a este sistema de ciencia profesional a profesores universitarios que se habían formado en un sistema previo y cuyo estatus funcionarial ayudaba al cambio. Igual que con estos dos ejemplos, se podría continuar analizando medidas de política científica como correcciones para ajustar el sistema real al ideal antes esbozado (algunas vividas de forma traumática, como la incorporación al mismo de disciplinas cuya tradición era muy diferente de la publicación de artículos y de la presión por producirlos).
Así llegamos a los últimos años en los que el sistema de ciencia profesional está sufriendo unas presiones muy importantes que no sería raro que lo llevaran a modificaciones muy importantes. En mi opinión, la causa última de esas presiones se encuentra en dos factores que se realimentan mutuamente: (i) la reducción de presupuestos, por primera vez en 70 años y (ii) la generalización de internet.
Cómo internet cambió drásticamente la industria de la música es algo bien conocido. La música se digitalizó, se liberó de los soportes físicos (discos, CDs, etc.) y comenzó a circular entre personas con aplicaciones de intercambio (Emule, Napster y similares) y acabó con las empresas tradicionales de comercialización y producción de discos. No así con la creación, distribución y consumo de música que han encontrado otros cauces. Por el contrario, la industria de los artículos científicos, las editoriales, no ha sufrido esta transformación. Se ha beneficiado de la reducción de costes que supone la edición electrónica, pero lejos de disminuir los precios, estos han subido. Uniendo este hecho a la reducción de presupuestos disponibles se entiende que universidades prestigiosas, incluso países enteros hayan tenido serios problemas para mantener el acceso de sus científicos a las publicaciones científicas. Teniendo en cuenta que el equivalente científico a Napster (Sci-hub) es utilizado ya por millones de investigadores, la presión sobre el sistema de publicación es difícilmente sostenible a medio plazo.
Por otro lado, también debido a la reducción de presupuestos, la competición entre científicos por unos recursos cada vez más escasos (sea como financiación para proyectos o plazas de promoción) ha generado una enrome inflación en los parámetros de evaluación (número y citas de los artículos) que se traduce en una enorme presión por publicar. Es lo que se ha dado en llamar “publish or perish” (publicar o perecer). Para sobrevivir en el sistema hay que publicar muchos artículos con factores de impacto muy altos, muchos, muchos.
El que los artículos sean el indicador de calidad de los científicos que utiliza el sistema es la principal causa de que no haya quebrado aún el sistema de publicación. Hay que seguir publicando en esas revistas “o perecer”, aunque esto suponga pagar por publicar, reduciendo aún más el presupuesto disponible para la propia investigación.
La presión del “publica o perece” sobre el sistema entero está haciendo que los científicos, en su labor de revisores, sean más laxos. Con ello trabajan menos en un aspecto poco productivo de su actividad y además, al disminuir los estándares, se verán beneficiados pudiendo publicar trabajos más flojos. Esto está dando lugar a una disminución de la calidad global de la ciencia que se publica, lo que se puede observar en el aumento de retracciones y, sobre todo, en la llamada “crisis de reproducibilidad”, el que mucho de lo publicado sea en realidad irreproducible.
En resumen, el sistema ideal expuesto al principio en el que el éxito de todos los agentes estaba alineado ha comenzado a desajustarse, ya no es cierto que todo reme en la misma dirección. El sistema de ciencia profesional ha crecido haciéndose mayor cada vez y, probablemente, ha llegado a su tamaño máximo, ya que no nos previsibles grandes aumentos de los presupuestos estatales destinados a este fin, ni que ese papel vaya a ser sustituido por un sector privado que haga de mecenas. Como un infante que ha llegado a la adolescencia y ya no crece más en altura pero ha de continuar su desarrollo en otras dimensiones, el sistema de ciencia está sufriendo una crisis de crecimiento muy importante. Esperemos que este adolescente sea capaz de superar esa peligrosa etapa vital sin caer en comportamientos inadecuados y que siga resultando tan útil a la sociedad como lo ha sido en estas 7 décadas de infancia.
Hay muchos síntomas que pueden llevar a pensar que está rota la máquina de hacer ciencia, como comentaba en estas páginas Antonio Martínez Ron hace unas semanas. En mi opinión esos síntomas se corresponden con un momento de crisis en la ciencia como actividad profesional, una especie de adolescencia del sector que habrá que gestionar adecuadamente para evitar que caiga en malos hábitos y continúe con un desarrollo saludable. Intentaré justificar esta idea en los siguientes párrafos.
La ciencia como búsqueda de la verdad tiene milenios, como forma de pensamiento estructurado centenares de años, pero como actividad profesional institucionalizada data de los años 50 del siglo pasado. Gracias al proyecto Manhattan se ahorraron años de guerra, muchas vidas y muchísimo dinero, obtenidos como rendimiento de una inversión bajísima (relativamente) en conocimiento. Ese proyecto sirvió de modelo y los estados comenzaron a financiar a los científicos a través de proyectos de investigación. Universidades y centros de investigación alojaron a un gran número de personas dedicadas profesionalmente a la ciencia. En muy pocos años se había creado un sistema de ciencia profesional con diferentes organismos financiadores, evaluadores del resultado de los proyectos, empresas, etc.
La estructura de ese sistema de ciencia profesional es distinto en cada país, se desarrolla a distintas velocidades en distintos lugares, pero comparte de forma casi global dos características relevantes para lo que aquí nos ocupa: (i) las publicaciones científicas en forma de artículos juegan un papel clave en el funcionamiento del sistema y (ii) la financiación pública dedicada a los mismos ha crecido de forma significativa y sostenida desde su creación hasta la crisis económica de la pasada década.
La actividad de un científico profesional gira alrededor de la publicación científica, de los “papers”. Un proyecto comienza con una revisión bibliográfica, la búsqueda y lectura de lo publicado sobre el tema a investigar. Luego la investigación se desarrolla guiada por la literatura existente respecto a métodos experimentales, etc. Finalmente se concluye con la redacción y publicación de nuevos artículos en los que se comunican los resultados de la investigación. Estos artículos los publican editoriales (en su inmensa mayoría privadas) tras un proceso de revisión por pares en el que otros científicos del mismo campo de especialización analizan, corrigen y, en su caso, autorizan la publicación. También están en la base de la evaluación de los proyectos y de los propios científicos: cuantos más artículos y de mejor calidad se han publicado, se entiende que mejor es el proyecto (o el científico). Finalmente, los organismos financiadores actúan basándose en esas evaluaciones de calidad concediendo proyectos como continuación de otros exitosos, promocionando a científicos mejor evaluados frente a otros, etc.
Cuando el sistema anteriormente descrito está afinado (lo que ha ocurrido en la mayoría de las disciplinas durante décadas) los intereses de todos los actores están alineados, el mayor beneficio de cada uno coincide con el beneficio del sistema entero. Seguramente por eso ha funcionado tan bien tanto tiempo. Los investigadores quieren leer artículos relevantes para su trabajo; las editoriales quieren, por tanto, publicar trabajos interesantes; los revisores evitan errores y cuestiones de poco valor; los científicos, a la hora de publicar, comunican resultados correctos e interesantes para que pasen la revisión y sean publicados; los evaluadores disponen de un “proxi” de calidad (el número y calidad de los artículos) razonablemente objetivo y fiable; y los financiadores disponen de un mapa suficientemente fidedigno del sistema como para destinar los recursos adecuadamente (con la mezcla de criterios políticos y de rendimiento que en cada caso se hayan planteado). Como además los presupuestos destinados al sistema van creciendo, se van creando nuevos grupos de investigación y puestos de trabajo de científico profesional a un ritmo que hace que la mayoría de los jóvenes investigadores puedan desarrollar una carrera (de ahí que durante muchos años el paro entre personas con doctorado fuera muy cercano a cero http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-tasa-de-paro-de-los-doctores-en-Espana-esta-por-debajo-del-5 ).
Aunque la anterior descripción presenta una visión simplista (incluso podríamos decir que edulcorada) de la situación real, se pude considerar el modelo ideal que los diferentes actores tenían en la cabeza y cuya consecución se ha ido buscando introduciendo reforma tras reforma suavemente. Pronto se vio que evaluar considerando sólo el número de artículos generaba una inflación de los mismos, disminuyendo su calidad, lo que llevó a introducir la medida de calidad a través del impacto de los trabajos, el número de veces que eran citados tras su publicación (y el valor medio de esas citas de cada revista, el famoso “factor de impacto”. En España se introdujeron los “sexenios de investigación” como incentivo para incorporar a este sistema de ciencia profesional a profesores universitarios que se habían formado en un sistema previo y cuyo estatus funcionarial ayudaba al cambio. Igual que con estos dos ejemplos, se podría continuar analizando medidas de política científica como correcciones para ajustar el sistema real al ideal antes esbozado (algunas vividas de forma traumática, como la incorporación al mismo de disciplinas cuya tradición era muy diferente de la publicación de artículos y de la presión por producirlos).
Así llegamos a los últimos años en los que el sistema de ciencia profesional está sufriendo unas presiones muy importantes que no sería raro que lo llevaran a modificaciones muy importantes. En mi opinión, la causa última de esas presiones se encuentra en dos factores que se realimentan mutuamente: (i) la reducción de presupuestos, por primera vez en 70 años y (ii) la generalización de internet.
Cómo internet cambió drásticamente la industria de la música es algo bien conocido. La música se digitalizó, se liberó de los soportes físicos (discos, CDs, etc.) y comenzó a circular entre personas con aplicaciones de intercambio (Emule, Napster y similares) y acabó con las empresas tradicionales de comercialización y producción de discos. No así con la creación, distribución y consumo de música que han encontrado otros cauces. Por el contrario, la industria de los artículos científicos, las editoriales, no ha sufrido esta transformación. Se ha beneficiado de la reducción de costes que supone la edición electrónica, pero lejos de disminuir los precios, estos han subido. Uniendo este hecho a la reducción de presupuestos disponibles se entiende que universidades prestigiosas, incluso países enteros hayan tenido serios problemas para mantener el acceso de sus científicos a las publicaciones científicas. Teniendo en cuenta que el equivalente científico a Napster (Sci-hub) es utilizado ya por millones de investigadores, la presión sobre el sistema de publicación es difícilmente sostenible a medio plazo.
Por otro lado, también debido a la reducción de presupuestos, la competición entre científicos por unos recursos cada vez más escasos (sea como financiación para proyectos o plazas de promoción) ha generado una enrome inflación en los parámetros de evaluación (número y citas de los artículos) que se traduce en una enorme presión por publicar. Es lo que se ha dado en llamar “publish or perish” (publicar o perecer). Para sobrevivir en el sistema hay que publicar muchos artículos con factores de impacto muy altos, muchos, muchos.
El que los artículos sean el indicador de calidad de los científicos que utiliza el sistema es la principal causa de que no haya quebrado aún el sistema de publicación. Hay que seguir publicando en esas revistas “o perecer”, aunque esto suponga pagar por publicar, reduciendo aún más el presupuesto disponible para la propia investigación.
La presión del “publica o perece” sobre el sistema entero está haciendo que los científicos, en su labor de revisores, sean más laxos. Con ello trabajan menos en un aspecto poco productivo de su actividad y además, al disminuir los estándares, se verán beneficiados pudiendo publicar trabajos más flojos. Esto está dando lugar a una disminución de la calidad global de la ciencia que se publica, lo que se puede observar en el aumento de retracciones y, sobre todo, en la llamada “crisis de reproducibilidad”, el que mucho de lo publicado sea en realidad irreproducible.
En resumen, el sistema ideal expuesto al principio en el que el éxito de todos los agentes estaba alineado ha comenzado a desajustarse, ya no es cierto que todo reme en la misma dirección. El sistema de ciencia profesional ha crecido haciéndose mayor cada vez y, probablemente, ha llegado a su tamaño máximo, ya que no nos previsibles grandes aumentos de los presupuestos estatales destinados a este fin, ni que ese papel vaya a ser sustituido por un sector privado que haga de mecenas. Como un infante que ha llegado a la adolescencia y ya no crece más en altura pero ha de continuar su desarrollo en otras dimensiones, el sistema de ciencia está sufriendo una crisis de crecimiento muy importante. Esperemos que este adolescente sea capaz de superar esa peligrosa etapa vital sin caer en comportamientos inadecuados y que siga resultando tan útil a la sociedad como lo ha sido en estas 7 décadas de infancia.
domingo, 15 de octubre de 2017
Ciencia de la cocina en Cope Navarra
Este curso que comienza voy a colaborar de vez en cuando en un progama de cocina de Cope Navarra. De la mano de Carlos Marañón "el perolas", comentaré alguna cuestión de ciencia de la cocina de vez en cuando. Coemnzamos el pasado 12 de septiembre con los misterios de hervir agua:
jueves, 5 de octubre de 2017
La ciencia que mueve el mundo
Con motivo del 30 aniversario de la Universidad Pública de Navarra nos invitaba el Consejo Social a algunos profes a reflexionar sobre el futuro que nos viene a medio plazo. A mi me cuesta hacer predicciones (sobre todo si son sobre el futuro, como decía Bohr), pero si tengo claras algunas cosas sobre dónde estamos:
- Visitando Numancia y viendo la recreación de una casa de los romanos en el 200 AC me sorprendió lo familiar que resultaba. En mi infancia, en zonas rurales había muchas casas iguales a esas. Desde el tiempo de aquellos romanos hasta el tiempo de mis abuelos la vida del día a día apenas cambió.
- En los últimos años (un par de siglos como mucho, algo ínfimo en escala de milenios) el mundo se ha disparado en cualquier magnitud que queramos medir: esperanza de vida, número de personas, riqueza, consumo energético por habitante,...
- Lo que ha permitido ese despegue hacia un nuevo mundo (claramente mejor a mi juicio) es la ciencia. No tanto los resultados científicos y tecnológicos como la forma de pensar que ese avance requiere. Cederle la vara de mando a la naturaleza (a través del experimento) no es algo menor. Ya no la tienen los dioses, ni siquiera los hombres.
- Mantenernos en ese "nuevo mundo" de vidas largas y agradables va a requerir perseverar en el pensamiento crítico y las decisiones basadas en la evidencia, así como potenciar unos sistemas de ciencia públicos potentes.
Ese discurso a grandes rasgos es el que me sugiere la amable invitación de mi Consejo Social y que expongo con las siguientes imágenes (con tan poco texto que si no escribía lo anterior se hacían inútiles):
- Visitando Numancia y viendo la recreación de una casa de los romanos en el 200 AC me sorprendió lo familiar que resultaba. En mi infancia, en zonas rurales había muchas casas iguales a esas. Desde el tiempo de aquellos romanos hasta el tiempo de mis abuelos la vida del día a día apenas cambió.
- En los últimos años (un par de siglos como mucho, algo ínfimo en escala de milenios) el mundo se ha disparado en cualquier magnitud que queramos medir: esperanza de vida, número de personas, riqueza, consumo energético por habitante,...
- Lo que ha permitido ese despegue hacia un nuevo mundo (claramente mejor a mi juicio) es la ciencia. No tanto los resultados científicos y tecnológicos como la forma de pensar que ese avance requiere. Cederle la vara de mando a la naturaleza (a través del experimento) no es algo menor. Ya no la tienen los dioses, ni siquiera los hombres.
- Mantenernos en ese "nuevo mundo" de vidas largas y agradables va a requerir perseverar en el pensamiento crítico y las decisiones basadas en la evidencia, así como potenciar unos sistemas de ciencia públicos potentes.
Ese discurso a grandes rasgos es el que me sugiere la amable invitación de mi Consejo Social y que expongo con las siguientes imágenes (con tan poco texto que si no escribía lo anterior se hacían inútiles):
martes, 3 de octubre de 2017
Ser humano hoy (Euskonews)
Me invitan en Euskonews a contestar la pregunta que están haciendo en 2017 a un buen número de gente. Nada menos que
Zer da gizakia izatea gaur egun?
¿Qué es ser humano hoy?
¿Qué es ser humano hoy?
La dirección del sitio es esta, y a continuación dejo también el breve texto que escribí como respuesta:
Ser humano hoy es poca cosa. Hoy sabemos lo gigantesco que es el universo y lo minúsculo de nuestro hábitat en comparación. Hoy conocemos muchos detalles de los procesos evolutivos y que, en realidad, no somos la cúspide de la misma sino una rama más del enorme árbol de la vida. Sabemos que la velocidad de la luz es un límite inalcanzable. Sabemos, gracias al teorema de Gödel, que no se puede construir un sistema lógico cerrado y completo. El avance del conocimiento científico en los últimos siglos ha ido apartando a la humanidad del centro del universo en el que una vez se creyó (y en el que aún se creen algunos de nuestros congéneres).
Aquel centro del universo que disfrutaron nuestros antepasados era una ficción. Pensar que todas las estrellas y planetas giraban entorno nuestro era de los pocos consuelos disponibles al ver como las enfermedades y el hambre diezmaban las poblaciones. La esperanza de vida era de unos escasos 30 años y había que gastar prácticamente todo el tiempo disponible en luchar por subsistir un día más.
El ser humano hoy ha sufrido ese doble desplazamiento gracias al conocimiento, a la ciencia. En el plano material los niveles de bienestar, salud, alimentación y ocio son los más altos de la historia. El mismo conocimiento que nos ha llevado a ese bienestar nos muestra que quienes lo disfrutamos somos unos animales más en un pequeño planeta en los confines de una galaxia de entre tantas. Nada más y nada menos.
domingo, 1 de octubre de 2017
Los rangos de la percepción
Hace unos días publicaba como colaboración de Naukas en el Cauderno de Cultura Científica el siguiente texto:
Los seres humanos somos sensibles a diversas magnitudes, tanto externas como internas. De entre ellas recibimos información de dos tipos de ondas: las de presión en el aire que nos rodea (sonido), y ondas electromagnéticas que llegan a nuestros ojos (luz). Para poder hacerlo disponemos de unos detectores considerablemente sofisticados. Tantos los oídos como los ojos poseen unas prestaciones verdaderamente notables, pero limitadas a unos determinados rangos de frecuencias. Si consideramos la amplitud de los espectros electromagnético y sonoro, podemos llegar a pensar que somos prácticamente sordociegos, como dice una figura que ha dado muchas vueltas por internet (figura 1). ¿Es esto realmente así?
Figura 1.- “En la gran perspectiva de las cosas somos prácticamente sordociegos”. Esta figura ha dado muchas vueltas por las redes sociales (originalmente publicada en Abtruse Goose)
Hay tres características de la propagación del sonido que hay que tener en cuenta para comprender el interés evolutivo de percibir un rango particular de ondas sonoras. Por una parte, la atenuación del sonido es mayor cuanto más alta es la frecuencia o, visto al revés, los sonidos de bajas frecuencias son capaces de viajar distancias mayores. En segundo lugar tenemos que la reflexión del sonido es eficaz cuando choca con objetos del tamaño de la longitud de onda del mismo (o mayores). Por último, la capacidad de las ondas de rodear obstáculos (la difracción) también ocurre cuando las longitudes de onda y los obstáculos son de tamaños parecidos.
Así pues, los animales como murciélagos o delfines que utilizan el eco para localizar objetos (ecolocalización) tendrán que utilizar ondas de altas frecuencias (pequeñas longitudes de onda, por tanto) de forma que puedan resolver objetos pequeños y no verse afectados por la difracción. En cambio, los animales que utilicen el sonido para advertir la presencia de depredadores podrán beneficiarse de la difracción, de forma que les llegue información del peligro aunque haya obstáculos en el camino (piedras, matorrales, etc). Finalmente, hay animales que han desarrollado sistemas de comunicación a muy larga distancia, y para ello necesariamente han de emplear ondas de frecuencias muy bajas.
A lo anterior hay que añadir que los tamaños de los dispositivos para producir y recibir sonidos también están en proporción con la longitud de onda de los mismos. Así, solo animales grandes podrán acceder a los sistemas de transmisión a largas distancias, ya que las ondas de bajas frecuencias tienen longitudes de onda grandes. Es el caso de los elefantes y algunos cetáceos. Por el contrario, animales pequeños que usan la ecolocalización, como los murciélagos, perciben sonidos en un rango de 20 a 200 kHz. Sus sonidos más graves a nosotros nos resultan imperceptibles por ser demasiado agudos.
Se suele considerar que el intervalo audible para los humanos se extiende entre los 20 y los 20.000 Hz, aunque en condiciones de laboratorio algunos individuos perciben un rango algo más extenso; y en condiciones normales no pasamos de los 15.000, especialmente los adultos. Si nos fijamos en las longitudes de onda que corresponden a dicho intervalo (figura 2), vemos que está centrado en los tamaños de las personas, extendiéndose desde los 17 mm a los 17 m. Este intervalo es muy adecuado para controlar el entorno en un radio de unos 20 m. Resulta especialmente valiosa la difracción que permite que podemos oír personas en otra habitación aunque no podamos verlas.
Figura 2,. Espectro sonoro.
En el caso del intervalo visible, las restricciones son más severas, y de hecho las variaciones entre distintos animales son mucho más pequeñas que en el caso del sonido. El intervalo visible del espectro electromagnético está determinado por tres condicionantes. En primer lugar, es el principal componente de la radiación que nos envía el Sol. Nuestra estrella emite un espectro de radiación correspondiente al de la emisión de un cuerpo negro a 5900K que tiene pequeñas partes de ultravioleta e infrarrojo, flanqueando el grueso de su emisión, que es visible (figura 3).
Figura 3.- Espectro solar.
En segundo lugar, la atmósfera que recubre nuestro planeta es opaca a la mayoría del espectro electromagnético (figura 4). Si tomamos el rango de longitudes de onda que va desde un nanómetro hasta un kilómetro, catorce órdenes de magnitud, solo hay dos ventanas de transparencia. Una es para las ondas de radio (entre un centímetro y veinte metros, aproximadamente); y otra es en el visible y el infrarrojo, aunque con muchos altibajos debidos a la absorción de los distintos gases de la atmósfera. Es decir, de los catorce órdenes de magnitud considerados, solo dos y medio atraviesan la atmósfera. De hecho, cuando hemos querido observar el cosmos en otras zonas del espectro, ha sido necesario colocar los correspondientes telescopios en satélites. La observación terrestre se limita al visible y la radio (y las ondas de radio son demasiado grandes para que puedan resultar aprovechables por los animales).
Figura 4.- Opacidad de la atmósfera
Por último, la energía de los fotones del rango visible es compatible con las moléculas orgánicas que componen los seres vivos. Energías mayores (ultravioleta y más allá) rompen enlaces e impiden la estabilidad molecular; mientras que energías menores interaccionan poco, y es difícil imaginar detectores basados en estas moléculas, como sí ocurre con el visible.
Tras estas consideraciones, podemos poner en perspectiva la figura del comienzo. Es verdad que en el universo hay ondas a las que no somos sensibles, pero o bien no las hay en la superficie del planeta, o bien son muy poco relevantes para animales como los humanos. Al menos así ha sido durante miles de años, hasta que en las últimas décadas la ciencia y la tecnología nos han permitido medirlas. A día de hoy disponemos de instrumentación capaz de extender el rango original de nuestros sentidos y hacerlo prácticamente ilimitado.
Los seres humanos somos sensibles a diversas magnitudes, tanto externas como internas. De entre ellas recibimos información de dos tipos de ondas: las de presión en el aire que nos rodea (sonido), y ondas electromagnéticas que llegan a nuestros ojos (luz). Para poder hacerlo disponemos de unos detectores considerablemente sofisticados. Tantos los oídos como los ojos poseen unas prestaciones verdaderamente notables, pero limitadas a unos determinados rangos de frecuencias. Si consideramos la amplitud de los espectros electromagnético y sonoro, podemos llegar a pensar que somos prácticamente sordociegos, como dice una figura que ha dado muchas vueltas por internet (figura 1). ¿Es esto realmente así?
Figura 1.- “En la gran perspectiva de las cosas somos prácticamente sordociegos”. Esta figura ha dado muchas vueltas por las redes sociales (originalmente publicada en Abtruse Goose)
Hay tres características de la propagación del sonido que hay que tener en cuenta para comprender el interés evolutivo de percibir un rango particular de ondas sonoras. Por una parte, la atenuación del sonido es mayor cuanto más alta es la frecuencia o, visto al revés, los sonidos de bajas frecuencias son capaces de viajar distancias mayores. En segundo lugar tenemos que la reflexión del sonido es eficaz cuando choca con objetos del tamaño de la longitud de onda del mismo (o mayores). Por último, la capacidad de las ondas de rodear obstáculos (la difracción) también ocurre cuando las longitudes de onda y los obstáculos son de tamaños parecidos.
Así pues, los animales como murciélagos o delfines que utilizan el eco para localizar objetos (ecolocalización) tendrán que utilizar ondas de altas frecuencias (pequeñas longitudes de onda, por tanto) de forma que puedan resolver objetos pequeños y no verse afectados por la difracción. En cambio, los animales que utilicen el sonido para advertir la presencia de depredadores podrán beneficiarse de la difracción, de forma que les llegue información del peligro aunque haya obstáculos en el camino (piedras, matorrales, etc). Finalmente, hay animales que han desarrollado sistemas de comunicación a muy larga distancia, y para ello necesariamente han de emplear ondas de frecuencias muy bajas.
A lo anterior hay que añadir que los tamaños de los dispositivos para producir y recibir sonidos también están en proporción con la longitud de onda de los mismos. Así, solo animales grandes podrán acceder a los sistemas de transmisión a largas distancias, ya que las ondas de bajas frecuencias tienen longitudes de onda grandes. Es el caso de los elefantes y algunos cetáceos. Por el contrario, animales pequeños que usan la ecolocalización, como los murciélagos, perciben sonidos en un rango de 20 a 200 kHz. Sus sonidos más graves a nosotros nos resultan imperceptibles por ser demasiado agudos.
Se suele considerar que el intervalo audible para los humanos se extiende entre los 20 y los 20.000 Hz, aunque en condiciones de laboratorio algunos individuos perciben un rango algo más extenso; y en condiciones normales no pasamos de los 15.000, especialmente los adultos. Si nos fijamos en las longitudes de onda que corresponden a dicho intervalo (figura 2), vemos que está centrado en los tamaños de las personas, extendiéndose desde los 17 mm a los 17 m. Este intervalo es muy adecuado para controlar el entorno en un radio de unos 20 m. Resulta especialmente valiosa la difracción que permite que podemos oír personas en otra habitación aunque no podamos verlas.
Figura 2,. Espectro sonoro.
En el caso del intervalo visible, las restricciones son más severas, y de hecho las variaciones entre distintos animales son mucho más pequeñas que en el caso del sonido. El intervalo visible del espectro electromagnético está determinado por tres condicionantes. En primer lugar, es el principal componente de la radiación que nos envía el Sol. Nuestra estrella emite un espectro de radiación correspondiente al de la emisión de un cuerpo negro a 5900K que tiene pequeñas partes de ultravioleta e infrarrojo, flanqueando el grueso de su emisión, que es visible (figura 3).
Figura 3.- Espectro solar.
En segundo lugar, la atmósfera que recubre nuestro planeta es opaca a la mayoría del espectro electromagnético (figura 4). Si tomamos el rango de longitudes de onda que va desde un nanómetro hasta un kilómetro, catorce órdenes de magnitud, solo hay dos ventanas de transparencia. Una es para las ondas de radio (entre un centímetro y veinte metros, aproximadamente); y otra es en el visible y el infrarrojo, aunque con muchos altibajos debidos a la absorción de los distintos gases de la atmósfera. Es decir, de los catorce órdenes de magnitud considerados, solo dos y medio atraviesan la atmósfera. De hecho, cuando hemos querido observar el cosmos en otras zonas del espectro, ha sido necesario colocar los correspondientes telescopios en satélites. La observación terrestre se limita al visible y la radio (y las ondas de radio son demasiado grandes para que puedan resultar aprovechables por los animales).
Figura 4.- Opacidad de la atmósfera
Por último, la energía de los fotones del rango visible es compatible con las moléculas orgánicas que componen los seres vivos. Energías mayores (ultravioleta y más allá) rompen enlaces e impiden la estabilidad molecular; mientras que energías menores interaccionan poco, y es difícil imaginar detectores basados en estas moléculas, como sí ocurre con el visible.
Tras estas consideraciones, podemos poner en perspectiva la figura del comienzo. Es verdad que en el universo hay ondas a las que no somos sensibles, pero o bien no las hay en la superficie del planeta, o bien son muy poco relevantes para animales como los humanos. Al menos así ha sido durante miles de años, hasta que en las últimas décadas la ciencia y la tecnología nos han permitido medirlas. A día de hoy disponemos de instrumentación capaz de extender el rango original de nuestros sentidos y hacerlo prácticamente ilimitado.
jueves, 28 de septiembre de 2017
Invitado a hablar de discapacidad en Trabajo Social
Un año más la profesora Sagrario Anaut me invita a hablar de discapacidad y diseño para todos en una asignatura de Trabajo Social. Me parece muy interesante que la interdisciplinaridad que tanto reclamamos empiece en el grado.
Las transparencias a utilizar en la charla son estas:
Las transparencias a utilizar en la charla son estas:
sábado, 23 de septiembre de 2017
El engaño de FitzRoy
A comienzos de este año 2017 me regalaron un "juguete científico" muy sorprendente, un vidrio de tormenta. Empecé a tirar del hilo a ver que era eso y por qué había adquirido relevancia. Resulta que es un sistema que produce (y disuelve) unos preciosos cristalitos y al que se atribuye, falsamente, la capacidad de predecir el tiempo. Tanto tirar del hilo acabé con una historia como para contarla en Naukas 17. A contiuación dejo el material:
El vídeo, gracias a EITB, está AQUÍ
Y las imágenes:
El vídeo, gracias a EITB, está AQUÍ
Y las imágenes:
martes, 5 de septiembre de 2017
Cuentahistorias científicas 2017
La semana que viene empezamos un curso de verano interesantísimo sobre divulgación científica. Es la tercera edición del curso, segunda en formato curso de verano.
Los detalles en el sitio de los cursos de verano, AQUI.
Un resumen gráfico de programa y ponentes:
Los detalles en el sitio de los cursos de verano, AQUI.
Un resumen gráfico de programa y ponentes:
miércoles, 23 de agosto de 2017
Nudos de corbata
Una de las cosas más interesantes de estudiar física es que aprendes que
no hay nada que te sea ajeno, todo es objeto de estudio formal,
cualquier cosa es objeto de una aproximación científica (si te sale,
claro, si no lo dejas y a por otra cosa). Así que a finales del siglo
pasado un par de físicos se preocuparon por los nudos de corbata
¿cuántos se pueden hacer?
Pero hete aquí que en las películas de la trilogía Matrix aparece un villano, el Merovingio, tan malote que sus corbatas llevan nudos que no están en la lista de Fink y Mao. Lo sorprendente es que son nudos bonitos, muy bonitos incluso. Pero tienen una peculiaridad, la cara frontal del nudo (la fachada) no es un trozo de tela plano, sino que puede aparece compuesto o rizado. Esta rareza no la habían tendo en cuenta los primeros investigadores. Así que quedaba un problema científico abierto ¿cuántos nudos de corbata se pueden hacer realmente?
El matemático sueco Michael Vejdemo-Johanssen se puso a la tarea en 2013 junto con 3 colegas. Llegaron a una elegante solución que simplifica la anterior codificación de los nudos (en el fondo con menos restricciones es más sencillo hacer cosas). Con ella obtienen 266.682 nudos aparentemente posibles con una corbata común. Limitan el número de operaciones, dado que la corbata no es infinitamente larga, es de suponer que con corbatas un poco más largas de lo normal el número puede volverse realmente astronómico. el subconjunto de los que realmente se asemejan a los que inspiraron el trabajo es de "solo" 24.882. Explican todo esto en un trabajo recientemente publicado en el PeerJ of Computer Science (preprint accesible en ArXiv). También ha hecho un curioso generador aleatorio de nudos (aquí), de forma que cuando entras se genera aleatoriamente uno de los muchísimos nudos decentes que generan con su sistema y te lo presenta con sus instrucciones detalladas. Así que ya no solo es el duque de Windsor el que puede tener un nudo de corbata con su nombre, ya esta al alcance de casi cualquiera.
Fuentes:
- The Physiscs Buzz
- La enciclopedia de los nudos de Fink y Mao
- El generador aleatorio de nudos de Johanssen
- Paper resumido (Nature) de Fink y Mao
- Paper técnico de Fink y Mao
- Paper técnico de Johanssen
- Paper publicado (PeerJ Computer Science) de Johanssen
viernes, 11 de agosto de 2017
La fuerza de la evaporación
(Originalmente publicado en junio de 2015. Me voy a ir trayendo aquí lo que falte de blogs discontinuados)
Es bien sabido que la evaporación enfría, y que gracias a eso el botijo enfría el agua. Sin utilizar energía externa "bombea" calor en la dirección contraria al equilibrio térmico. El botijo utiliza la energía de la evaporación para enfriar. La novedad que nos proponen Ozgur Sahin y sus colaboradores es utilizar esa energía para producir movimiento, algo mucho menos evidente.
La clave de todo el proceso está en esporas bacterianas (del Bacillus subtilis concretamente). Estas esperas son muy higroscópicas, absorben humedad del ambiente y crecen. Han sido seleccionadas por la evolución para perdurar en ambientes muy secos en espera de agua para hidratarse reactivar su metabolismo. Si su entorno vuelve a secarse antes de que se hayan activado pierden el agua a la misma velocidad que la ganaron. Son el elemento ideal para reaccionar a la humedad ambiente. Con estas esporas y diseños ingeniosos consiguen convertir gradientes de humedad relativa del aire en movimiento: "músculos" (fibras que se encongen), movimientos oscilatorios y, quizá lo más espectacular, un motor rotatorio. El elemento clave es una cinta de plástico muy fina sobre la que se depositan adecuadamente grandes cantidades de esporas.
Estos fascinantes motores que extraen su energía de gradientes de humedad relativa del aire son el resultado de una investigación multidisciplinar, desarrillada en la universidad de Columbia, en Nueva York, y han sid0 publicados en Nature Communications. Pero además de ser un resultado interesantísimo, lo han divulgado muy bien, como puede verse en este vídeo (5 min):
Es bien sabido que la evaporación enfría, y que gracias a eso el botijo enfría el agua. Sin utilizar energía externa "bombea" calor en la dirección contraria al equilibrio térmico. El botijo utiliza la energía de la evaporación para enfriar. La novedad que nos proponen Ozgur Sahin y sus colaboradores es utilizar esa energía para producir movimiento, algo mucho menos evidente.
La clave de todo el proceso está en esporas bacterianas (del Bacillus subtilis concretamente). Estas esperas son muy higroscópicas, absorben humedad del ambiente y crecen. Han sido seleccionadas por la evolución para perdurar en ambientes muy secos en espera de agua para hidratarse reactivar su metabolismo. Si su entorno vuelve a secarse antes de que se hayan activado pierden el agua a la misma velocidad que la ganaron. Son el elemento ideal para reaccionar a la humedad ambiente. Con estas esporas y diseños ingeniosos consiguen convertir gradientes de humedad relativa del aire en movimiento: "músculos" (fibras que se encongen), movimientos oscilatorios y, quizá lo más espectacular, un motor rotatorio. El elemento clave es una cinta de plástico muy fina sobre la que se depositan adecuadamente grandes cantidades de esporas.
Estos fascinantes motores que extraen su energía de gradientes de humedad relativa del aire son el resultado de una investigación multidisciplinar, desarrillada en la universidad de Columbia, en Nueva York, y han sid0 publicados en Nature Communications. Pero además de ser un resultado interesantísimo, lo han divulgado muy bien, como puede verse en este vídeo (5 min):
(Tema comentado en Grafitti el 24 de junio de 2015)
Fuentes:
El País
El artículo en Nature Communications
El vídeo
Fuentes:
El País
El artículo en Nature Communications
El vídeo
domingo, 6 de agosto de 2017
Ciencia, estrellas y migas en Ujué
Tras el éxito del año pasado "de Ujué al cielo", este año se repite la iniciativa de un curso de verano en ese pueblo tan bonito. Más que uncurso propiamente dicho es una excusa para juntar a la gente del pueblo y alrededores y pasarlo bien con la ciencia y ver las estrellas, fugaces o no.
Y como se trata de pasarlo bien ¿qué mejor que ciencia en el bar? Así que tenemos dos pases, uno cada día. Consistirán en el formato taller (no para niños aunque si vienen algunos estupendo) con algunas experiencias demo y otra a realizar en cada mesa del bar; ya tenemos preparadas las bolsicas (que aquí habrá que llamarlas así) con el material. El primer día serán cosas más centradas en líquidos y en cosas pequeñas y el segundo en la presión atmosférica y cosas que vuelan. Entrada libre hasta completar aforo, así que...
Y como se trata de pasarlo bien ¿qué mejor que ciencia en el bar? Así que tenemos dos pases, uno cada día. Consistirán en el formato taller (no para niños aunque si vienen algunos estupendo) con algunas experiencias demo y otra a realizar en cada mesa del bar; ya tenemos preparadas las bolsicas (que aquí habrá que llamarlas así) con el material. El primer día serán cosas más centradas en líquidos y en cosas pequeñas y el segundo en la presión atmosférica y cosas que vuelan. Entrada libre hasta completar aforo, así que...
sábado, 29 de julio de 2017
Resumen del curso en divulgación
Parece que con el mes de julio podemos dar por acabado el curso académico. Este año he ido apuntando en una lista las actividades de divulgación que he realizado, así que podemos cerrar el curso con un balance de estas actividades:
Charlas en institutos: 15
Charlas en otros centros: 11
Charlas en cursos de verano: 4
Codirección de un curso de verano
Reuniones de Ciencia en el Bar: 9
Programas de radio:
- "Vermús" en la SER: 27
- En Onda Cero: 5
- Otros: 2
Vídeos en Youtube: 10
Esto no deja de ser una enumeración cuantitativa, habría mucho que hablar sobre la calidad, alcance y pertinencia de estas actividades. También sobre lo que se deja de hacer (especialmente en investigación propiamente dicha que, ¡hay!, algo se va resintiendo). Pero sobre estas cosas no tengo las ideas suficientemente claras. A ver si durante el verano...
En Septiembre más y mejor (bueno, y en Ujué 8 y 9 de agosto, para no perder entrenamiento)
---------------
Lista detallada con enlaces a los sitios correspondientes (cuando los hay)
4-8 Septiembre -- Curso de Verano Cuentahistorias científicas
4 Sepriembre -- En el curso de verano: La divulgación a vista de pájaro
8 de septiembre -- Ciencia, música y birras en el Zentral
17 de septiembre -- Naukas Bilbao, "Por qué vuelan los aviones (y el método científico)"
6 de octubre -- En Navarra TV hablando de Cyborgs.
6 de octubre -- Ciencia en el Bar con Humberto Bustince
9 de octubre -- El vermú de la ciencia. Sensado remoto, WSW16
19 de octubre -- Salón Pompadur, ciencia tecnología y derechos humanos
22 de octubre -- Divulgación Innovadora, Zaragoza D+I . "Historias y espectáculos de ciencia".
24 de octubre -- Tribunal de la semifinal del concurso Tesis en 3 Minutos (Logroño)
25 de octubre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO. "Internet y redes sociales"
(en GDrive)
28 de octubre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO (dos grupos más)
3 de noviembre -- Accesibilidad universal en Trabajo Social (invitación de S. Anaut)
7 de noviembre -- Inaguración de las Semanas de la Ciencia en la Plaza del Castillo
8 de noviembre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO
11 de noviembre -- Paseo científico (del Archivo al Caballo Blanco)
17 de noviembre -- Ciencia y Birras en el Zentral (clausura Semanas Ciencia)
28 de noviembre -- IES Tierra Estella, Misterios científicos de la cocina
16 de diciembre -- IES Zizur, Misterios científicos de la cocina
10 de enero (2017) -- Entrevista en Onda Vasca sobre wifi y salud.
20 de enero -- Escolapios (semana de la ciencia) -- Las ondasen tu vida diaria
23 de Enero -- Koldo Mitxelena, Donosti -- Debate sobre wifi en la escuela
24 de enero -- IES Mendillorri, Tu cerebro...
26 de enero -- BHI Altsau, Botijos y ollas exprés
31 de enero -- Escolapios, Botijos
7 de febrero -- CIP Viegen del Camino, Tu cerebro te engaña
8 de febrero -- CIP Viegen del Camino, Misterios científicos de la cocina
14 de febrero -- Burlada, Botijos
17 de febrero -- Jakin Mina (Jakiunde), Tudela. Science behind water pots (Cancelado)
18 de febrero -- Café con Ciencia, Burlada
14 de Marzo -- IES P. Sarasate Lodosa, Botijos
22 de Marzo -- Entrevista en Onda Vasca sobre el seminario del día 31.
22 de Marzo -- IES P. Sarasate Lodosa, Cocina
30 de Marzo -- Escuela de Diseño de Corella, Diseño para todas las personas.
31 de marzo -- Seminario "producir o perecer", Bilbao. "Ciencia patológica y patología editorial"
3 de abril -- Salesianos Pamplona, Misterios científicos de la cocina
6 de Abril -- UPNA, Seminario Inteligencia artificial y big data (pdf). Ciencia y Datos.
10 de abril -- IES Padre Moret- Irubide, Tu cerebro te engaña
24 de abril -- ICM Madrid - ¿Contar la ciencia a profanos? (PWP)
8 de mayo -- Comienzo colaboración semanal en radio en Onda Cero
7 junio -- Lo bueno, lo malo y lo feo con gráficas. Ateneo de Navarra en Larraona
26 de junio -- UIMP Santander - Divulgación y universidad
30 de junio -- Doctorales Iberus (Jaca) - Mesa redonda sobre ética en investigación (y teller de interdisciplinaridad)
10 de julio -- Curso de verano UPV-EHU (Donosti) Una aventura científica: de las partículas subatómicas al conocimiento. La naturaleza de la luz y del sonido
Charlas en institutos: 15
Charlas en otros centros: 11
Charlas en cursos de verano: 4
Codirección de un curso de verano
Reuniones de Ciencia en el Bar: 9
Programas de radio:
- "Vermús" en la SER: 27
- En Onda Cero: 5
- Otros: 2
Vídeos en Youtube: 10
Esto no deja de ser una enumeración cuantitativa, habría mucho que hablar sobre la calidad, alcance y pertinencia de estas actividades. También sobre lo que se deja de hacer (especialmente en investigación propiamente dicha que, ¡hay!, algo se va resintiendo). Pero sobre estas cosas no tengo las ideas suficientemente claras. A ver si durante el verano...
En Septiembre más y mejor (bueno, y en Ujué 8 y 9 de agosto, para no perder entrenamiento)
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Lista detallada con enlaces a los sitios correspondientes (cuando los hay)
4-8 Septiembre -- Curso de Verano Cuentahistorias científicas
4 Sepriembre -- En el curso de verano: La divulgación a vista de pájaro
8 de septiembre -- Ciencia, música y birras en el Zentral
17 de septiembre -- Naukas Bilbao, "Por qué vuelan los aviones (y el método científico)"
6 de octubre -- En Navarra TV hablando de Cyborgs.
6 de octubre -- Ciencia en el Bar con Humberto Bustince
9 de octubre -- El vermú de la ciencia. Sensado remoto, WSW16
19 de octubre -- Salón Pompadur, ciencia tecnología y derechos humanos
22 de octubre -- Divulgación Innovadora, Zaragoza D+I . "Historias y espectáculos de ciencia".
24 de octubre -- Tribunal de la semifinal del concurso Tesis en 3 Minutos (Logroño)
25 de octubre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO. "Internet y redes sociales"
(en GDrive)
28 de octubre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO (dos grupos más)
3 de noviembre -- Accesibilidad universal en Trabajo Social (invitación de S. Anaut)
7 de noviembre -- Inaguración de las Semanas de la Ciencia en la Plaza del Castillo
8 de noviembre -- IES Pza de la Cruz, 4ª ESO
11 de noviembre -- Paseo científico (del Archivo al Caballo Blanco)
17 de noviembre -- Ciencia y Birras en el Zentral (clausura Semanas Ciencia)
28 de noviembre -- IES Tierra Estella, Misterios científicos de la cocina
16 de diciembre -- IES Zizur, Misterios científicos de la cocina
10 de enero (2017) -- Entrevista en Onda Vasca sobre wifi y salud.
20 de enero -- Escolapios (semana de la ciencia) -- Las ondasen tu vida diaria
23 de Enero -- Koldo Mitxelena, Donosti -- Debate sobre wifi en la escuela
24 de enero -- IES Mendillorri, Tu cerebro...
26 de enero -- BHI Altsau, Botijos y ollas exprés
31 de enero -- Escolapios, Botijos
7 de febrero -- CIP Viegen del Camino, Tu cerebro te engaña
8 de febrero -- CIP Viegen del Camino, Misterios científicos de la cocina
14 de febrero -- Burlada, Botijos
18 de febrero -- Café con Ciencia, Burlada
14 de Marzo -- IES P. Sarasate Lodosa, Botijos
22 de Marzo -- Entrevista en Onda Vasca sobre el seminario del día 31.
22 de Marzo -- IES P. Sarasate Lodosa, Cocina
30 de Marzo -- Escuela de Diseño de Corella, Diseño para todas las personas.
31 de marzo -- Seminario "producir o perecer", Bilbao. "Ciencia patológica y patología editorial"
3 de abril -- Salesianos Pamplona, Misterios científicos de la cocina
6 de Abril -- UPNA, Seminario Inteligencia artificial y big data (pdf). Ciencia y Datos.
10 de abril -- IES Padre Moret- Irubide, Tu cerebro te engaña
24 de abril -- ICM Madrid - ¿Contar la ciencia a profanos? (PWP)
8 de mayo -- Comienzo colaboración semanal en radio en Onda Cero
7 junio -- Lo bueno, lo malo y lo feo con gráficas. Ateneo de Navarra en Larraona
26 de junio -- UIMP Santander - Divulgación y universidad
30 de junio -- Doctorales Iberus (Jaca) - Mesa redonda sobre ética en investigación (y teller de interdisciplinaridad)
10 de julio -- Curso de verano UPV-EHU (Donosti) Una aventura científica: de las partículas subatómicas al conocimiento. La naturaleza de la luz y del sonido
jueves, 27 de julio de 2017
Comunicación mediada
Esta mañana me he cruzado con una persona que grababa un mensaje de audio, probablemente de whatsapp. ¿Por qué un mensaje de voz y no una llamada? Cualquiera sabe en ese caso, pero el hecho es que es una tendencia general: cada vez hablamos menos por teléfono. Tan es así que cuando suena te sobresaltas pensando que ha ocurrido algo malo.
A medida que se han ido sucediendo las posibilidades tecnológicas también lo han hecho los usos y costumbres, a menudo en contra de lo previsto por los diseñadores. Yo me incorporé a esta carrera con los teléfonos domésticos, analógicos, en los que se marcaba con una ruleta que hoy es ya de museo (literalmente). Frases de entonces eran: "llama después de la 8 que es más barato" y "no te enrolles, que el teléfono es para dar un recado y ya". Llamar era caro, y si te ibas al extranjero ya ni te digo. Con 15 años me mandaron un mes a Inglaterra y solo hablé con mis padres una vez. A pesar de ello los adolescentes teníamos tendencia a reiterar llamadas al mejor amigo (o a la pareja en caso de tener una). "¿Otra vez hablando con Gonzalo? pero si os pasáis el día juntos en el cole ¿qué tendréis que contaros?". Y más o menos así durante décadas.
Ya de muy mayor llegó el primer teléfono móvil. Y era exactamente eso: un teléfono que se podía mover. En su fase de introducción fueron un símbolo de estatus, pero en seguida se generalizaron y tener uno ya no era importante, el postureo pasó al modelo concreto que se tenía (fase que sigue hasta hoy). Como solo se podía llamar así era la comunicación, por eso sonaban en cualquier parte y resultaba incómodo en mucha situaciones. Aquellos teléfonos con una pantalla de texto mínima permitían unos mensajes cortos, los SMS. Aquello empezó a distorsionar la forma de comunicarse. Para un recado ya no hacía falta llamar, te dejo el mensaje y ya lo leerás cuando te venga bien. Y lo que empezó como un servicio complementario, poco menos que marginal, acabó con la parte del león. Cada vez se mandaban más mensajes y se hablaba menos. Y así 20 años (en su 20 aniversario se extrañaban de que dejara de crecer), hasta que los teléfonos se vuelven "smart", incorporan conexiones de datos y sobre la internet a la que se accede con esos datos aparecen sistemas de mensajería más potentes, como el whatsapp.
Y con el whatsapp (lo mismo vale para Telegram u otros) empiezan a generarse nuevas costumbres soportadas por las potencialidades tecnológicas que no tenían los sistemas anteriores: (i) Los grupos (ii) los grupos absurdos (iii) los grupos de desconocidos, reinventando el messenger, (iv) El envío de fotos (v) el envío de la ubicación (vi) el envío de mensajes de audio como recados autocontenidos, reinventando el SMS (ahora hablado) y (vii) la conversación fraccionada en mensajes de audio.
Todo esto ha ocurrido en pocos años. Whatsapp nace en 2009, aún no tiene 10 años y le ha dado tiempo a pasar de los mil millones de usuarios, a cambiar de dueños... y a cambiar las formas de comunicación. Seguro que hay comunicólogos y sociólogos estudiando estos temas formalmente, pero como una tesis doctoral no dura menos de 3 años, la realidad se llevará por delante muchos de esos estudios.
Aquí estamos, pasado el 25 aniversario del primer SMS (que fue el 3 de enero de 2017) que acabó con ella y hemos recuperado la conversación como forma de comunicación, solo que ahora en vez de ser en tiempo real consiste en una sucesión de mensajes de audio. Así cada uno se puede tomar su tiempo para escuchar y pensar su respuesta. Ojalá se gane en profundidad todo lo que se pierde en frescura.
A medida que se han ido sucediendo las posibilidades tecnológicas también lo han hecho los usos y costumbres, a menudo en contra de lo previsto por los diseñadores. Yo me incorporé a esta carrera con los teléfonos domésticos, analógicos, en los que se marcaba con una ruleta que hoy es ya de museo (literalmente). Frases de entonces eran: "llama después de la 8 que es más barato" y "no te enrolles, que el teléfono es para dar un recado y ya". Llamar era caro, y si te ibas al extranjero ya ni te digo. Con 15 años me mandaron un mes a Inglaterra y solo hablé con mis padres una vez. A pesar de ello los adolescentes teníamos tendencia a reiterar llamadas al mejor amigo (o a la pareja en caso de tener una). "¿Otra vez hablando con Gonzalo? pero si os pasáis el día juntos en el cole ¿qué tendréis que contaros?". Y más o menos así durante décadas.
Ya de muy mayor llegó el primer teléfono móvil. Y era exactamente eso: un teléfono que se podía mover. En su fase de introducción fueron un símbolo de estatus, pero en seguida se generalizaron y tener uno ya no era importante, el postureo pasó al modelo concreto que se tenía (fase que sigue hasta hoy). Como solo se podía llamar así era la comunicación, por eso sonaban en cualquier parte y resultaba incómodo en mucha situaciones. Aquellos teléfonos con una pantalla de texto mínima permitían unos mensajes cortos, los SMS. Aquello empezó a distorsionar la forma de comunicarse. Para un recado ya no hacía falta llamar, te dejo el mensaje y ya lo leerás cuando te venga bien. Y lo que empezó como un servicio complementario, poco menos que marginal, acabó con la parte del león. Cada vez se mandaban más mensajes y se hablaba menos. Y así 20 años (en su 20 aniversario se extrañaban de que dejara de crecer), hasta que los teléfonos se vuelven "smart", incorporan conexiones de datos y sobre la internet a la que se accede con esos datos aparecen sistemas de mensajería más potentes, como el whatsapp.
Y con el whatsapp (lo mismo vale para Telegram u otros) empiezan a generarse nuevas costumbres soportadas por las potencialidades tecnológicas que no tenían los sistemas anteriores: (i) Los grupos (ii) los grupos absurdos (iii) los grupos de desconocidos, reinventando el messenger, (iv) El envío de fotos (v) el envío de la ubicación (vi) el envío de mensajes de audio como recados autocontenidos, reinventando el SMS (ahora hablado) y (vii) la conversación fraccionada en mensajes de audio.
Todo esto ha ocurrido en pocos años. Whatsapp nace en 2009, aún no tiene 10 años y le ha dado tiempo a pasar de los mil millones de usuarios, a cambiar de dueños... y a cambiar las formas de comunicación. Seguro que hay comunicólogos y sociólogos estudiando estos temas formalmente, pero como una tesis doctoral no dura menos de 3 años, la realidad se llevará por delante muchos de esos estudios.
Aquí estamos, pasado el 25 aniversario del primer SMS (que fue el 3 de enero de 2017) que acabó con ella y hemos recuperado la conversación como forma de comunicación, solo que ahora en vez de ser en tiempo real consiste en una sucesión de mensajes de audio. Así cada uno se puede tomar su tiempo para escuchar y pensar su respuesta. Ojalá se gane en profundidad todo lo que se pierde en frescura.
jueves, 13 de julio de 2017
Una aventura científica. Naturaleza física de luz y sonido
Esta semana se ha celebrado un estupendo curso de verano del a UPV-EHU en Donostia bajo la dirección de Fernando Cossio y Juan Ignacio Pérez. Se trataba de trazar un recorrido desde las partículas elementales al conocimiento. Los directores tuvieron a bien invitarme, lo que agradezco muchísimo. A continuación dejo las tranparencias que utilicé en la charla:
domingo, 2 de julio de 2017
#UIMP-DivulgaCiencia
Ha sido toda una experiencia (1). Gente estupenda, un ambiente magnífico y asuntos muy interesantes que tratar.
Si tuviera que quedarme con una idea diría que el despegue de la divulgación científica es ya imparable.
La semilla que plantó M. A. Quintanilla con la creación de las UCCs (y que se llevó una gran ovación en el curso) ha dado su fruto a pesar de la enorme sequía (de fondos) en la que ha tenido que crecer. Hay un plantel importante ya de divulgadores, ya no hace falta traducir tantos libros, muchos se escriben aquí. El interés que se muestra a través de las encuestas crece. Se prevé empezar a considerar en los CV del profesorado este tipo de actividades. ¿Qué falta, pues? Solo falta que gestionemos bien la crisis de crecimiento, que no se torne en gris rutina lo que ha nacido de la ilusión voluntarista pero desbocada de unas pocas personas pioneras.
El curso fue profusamente tuiteado, sobre todo por @emulenews , a mi derecha en la foto y más a la derecha @basatitxiki disfrutando de la magnífica sala que acogió el curso. Eso ha permitido hacer recopilaciones bastante detalladas como las siguientes:
Storify del curso completo (todo error u omisión culpa mía)
Storify de mi participación en el curso
Un muy buen resumen del curso por uno de sus directores, @MicroBIOblog
Esperamos que haya más ediciones de tan estupenda iniciativa.
-----
(1) No he dicho de qué se trata, y en cuanto pase un tiempo habremos olvidado los detalles: #UIMPDivulgaCiencia es como se etiquetó un curso de verano de la UIMP titulado realmente "Encuentro Divulgación y cultura científica: diálogo Universidad- Sociedad" que se celebró en Santander del 26 al 28 de junio de 2017 y que fue dirigido por Ignacio López Goñi y Juan Ignacio Pérez Iglesias.
Si tuviera que quedarme con una idea diría que el despegue de la divulgación científica es ya imparable.
La semilla que plantó M. A. Quintanilla con la creación de las UCCs (y que se llevó una gran ovación en el curso) ha dado su fruto a pesar de la enorme sequía (de fondos) en la que ha tenido que crecer. Hay un plantel importante ya de divulgadores, ya no hace falta traducir tantos libros, muchos se escriben aquí. El interés que se muestra a través de las encuestas crece. Se prevé empezar a considerar en los CV del profesorado este tipo de actividades. ¿Qué falta, pues? Solo falta que gestionemos bien la crisis de crecimiento, que no se torne en gris rutina lo que ha nacido de la ilusión voluntarista pero desbocada de unas pocas personas pioneras.
El curso fue profusamente tuiteado, sobre todo por @emulenews , a mi derecha en la foto y más a la derecha @basatitxiki disfrutando de la magnífica sala que acogió el curso. Eso ha permitido hacer recopilaciones bastante detalladas como las siguientes:
Storify del curso completo (todo error u omisión culpa mía)
Storify de mi participación en el curso
Un muy buen resumen del curso por uno de sus directores, @MicroBIOblog
Esperamos que haya más ediciones de tan estupenda iniciativa.
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(1) No he dicho de qué se trata, y en cuanto pase un tiempo habremos olvidado los detalles: #UIMPDivulgaCiencia es como se etiquetó un curso de verano de la UIMP titulado realmente "Encuentro Divulgación y cultura científica: diálogo Universidad- Sociedad" que se celebró en Santander del 26 al 28 de junio de 2017 y que fue dirigido por Ignacio López Goñi y Juan Ignacio Pérez Iglesias.
miércoles, 28 de junio de 2017
El Vermú de la Ciencia. Públicos disjuntos
Acaba de terminar la tercera temporada de "El vermú de la ciencia". Se ha emitido los domingos siempre que no hubiera fútbol u otras alteraciones de la programación. Se trata de una sección del programa "A vivir Navarra" (la parte local de A vivir que son dos días) en Ser Navarra. Conducido por Álvaro Valderrama, Javier Armentia y yo charlamos de algún tema científico con un poquito de humor. Por cierto, que coleccionamos los podcast AQUÍ.
Pero no se trataba (solo) de hacer publicidad, sino de comentar una observación que me viene llamando la atención: la repercusión del programa en tuiter y en el mundo real son prácticamente disjuntas. Cuando comentas en tuiter que va a comenzar el programa o de lo que va, apenas hay ninguna respuesta. Sin embargo, en el mundo real deben oírlo varios miles de personas (extrapolando de aquí). Además de vez en cuando me encuentro con alguna persona que confiesa que nos escucha habitualmente. O sea que oyentes si hay, lo que pasa es que no deben estar en tuiter o, al menos, no a la vez.
Ejemplos como el reciente espectáculo de Eurovisión (no comments) muestran que la tele no solo es compatible con tuiter, sino que se refuerzan: es más divertido ver esas cosas comentando en redes. En cambio la radio ocupa otro tipo de nichos de actividad y es más difícil esa compatibilidad con las redes sociales. Escuchamos la radio mientras hacemos otras cosas, cocinar por ejemplo (especialmente a la hora del vermú), cosas que no se pueden hacer mientras tecleas en la mayoría de los casos.
Es fácil de entender, y más cuando te das cuenta de que ambos públicos (el de la radio y el de tuiter) son muy pequeños en comparación con toda la población. Seguramente eso es lo que resulta tan raro: a fuerza de pasar tiempo en redes sociales se acaba generando la ilusión de que eso es el mundo y observaciones como esa arruinan la ilusión y de devuelven al suelo. Hala pués, ya desde el suelo continuemos explorando todos los posibles canales para la divulgación.
Pero no se trataba (solo) de hacer publicidad, sino de comentar una observación que me viene llamando la atención: la repercusión del programa en tuiter y en el mundo real son prácticamente disjuntas. Cuando comentas en tuiter que va a comenzar el programa o de lo que va, apenas hay ninguna respuesta. Sin embargo, en el mundo real deben oírlo varios miles de personas (extrapolando de aquí). Además de vez en cuando me encuentro con alguna persona que confiesa que nos escucha habitualmente. O sea que oyentes si hay, lo que pasa es que no deben estar en tuiter o, al menos, no a la vez.
Ejemplos como el reciente espectáculo de Eurovisión (no comments) muestran que la tele no solo es compatible con tuiter, sino que se refuerzan: es más divertido ver esas cosas comentando en redes. En cambio la radio ocupa otro tipo de nichos de actividad y es más difícil esa compatibilidad con las redes sociales. Escuchamos la radio mientras hacemos otras cosas, cocinar por ejemplo (especialmente a la hora del vermú), cosas que no se pueden hacer mientras tecleas en la mayoría de los casos.
Es fácil de entender, y más cuando te das cuenta de que ambos públicos (el de la radio y el de tuiter) son muy pequeños en comparación con toda la población. Seguramente eso es lo que resulta tan raro: a fuerza de pasar tiempo en redes sociales se acaba generando la ilusión de que eso es el mundo y observaciones como esa arruinan la ilusión y de devuelven al suelo. Hala pués, ya desde el suelo continuemos explorando todos los posibles canales para la divulgación.
lunes, 26 de junio de 2017
Divulgación y docencia (UIMP)
Esta semana se celebra en Santander el curso de verano "Divulgación y cultura científica: diálogo Universidad- Sociedad", y los organizadores han sido tan amables de invitarme a hablar sobre divulgación y docencia. Las transparencias de la charla:
domingo, 25 de junio de 2017
Pentagramas en el cielo
(Esta entrada apareció en Naukas hace unos días)
Me dice Adela que le tengo que explicar que son esas cosas tan raras en el cielo.
Son nubes artificiales. Homogenitus y homomutatus. El resto de la entrada es la versión larga (ma non troppo).
Los gases que expulsan los aviones, y que son el resultado de quemar el combustible, incluyen un montón de vapor de agua. Dependiendo de las condiciones del aire en cada momento ese vapor de agua puede hacer distintas cosas. Muchas veces simplemente se dispersa en forma de vapor y nunca lo vemos. El vapor de agua es invisible, transparente como el aire. En otras ocasiones el vapor se condensa en forma de pequeñas gotitas de agua que quedan suspendidas en el aire y se congelan. Casi seguro que las de la foto son eso, nubes hechas de cristalitos de hielo procedentes de los gases de aviones que pasaban. En la vertical de Pamplona, un día de cielo muy estable, a la altura de crucero de los aviones probablemente el aire tenía poca humedad y estaba muy quieto. Así que las trazas de cada avión permanecían tiempo suficiente como para que se fueran acumulando líneas. La foto está hecha desde la puerta de la escuela de música de Mutilva, supongo que por eso vi en ellas pentagramas.
¿Por qué expulsan vapor de agua los aviones? Casi todos los combustibles consisten en moléculas orgánicas que son cadenas de carbonos con hidrógenos en el resto de los enlaces que no se emplean en encadenar los carbonos. También contienen pequeñas cantidades de otros elementos (oxígeno, azufre, nitrógeno, ...), pero a grandes rasgos son compuestos de carbono e hidrógeno. Al quemarse reaccionan con oxígeno y se separan, dejan de estar unidos carbón e hidrógeno para que cada uno de ellos se vaya por su lado con el oxígeno (que está hecho un ligón que se va con todos). El uno en forma de CO2 (dióxido de carbono) y el otro en forma de agua, H2O. Ese agua es la que resulta de la combustión en forma de vapor y condensa después en las estelas de los aviones. Hay un montón de experimentos domésticos (o tabernarios) que se basan en la condensación del agua procedente de la combustión para generar efectos llamativos. Como al condensar se reduce mucho el volumen ocupado, cuando tiene lugar en un recipiente cerrado baja la presión. Con esa disminución de presión se puede succionar el agua de un plato, meter un huevo duro en una botella o espachurrar una lata de refresco, que serían los tres experimentos más clásicos basados en esta situación.
Hay otras situaciones que hacen que los aviones produzcan estelas. Cuando el aire está cargado de humedad, el paso del avión puede inducir la condensación de ese agua que ya estaba allí. Eso es más probable cerca del suelo (en despegues o aterrizajes) y cerca del mar, que donde es más habitual tener aire cargado de humedad. Son especialmente llamativos los conos de nube que se producen alrededor de aviones de caza cuando rompen la barrera del sonido sobre el mar, y de entre las fotos de ese fenómeno la más famosa (con una curiosa historia detrás).
En todo caso, sea de agua aportada por el avión o preexistente en lugar por el que pasa, las estelas de los aviones están formadas por agua que se condensa a partir del vapor. Aunque el fenómeno a grandes rasgos es sencillo, los detalles cuantitativos de cómo se produce son muy complejos. Por un lado está la necesidad de centros de nucleación para que se produzca la condensación. Se ha comprobado que el biofuel aporta menos de estos centros y, por tanto, produce menos estelas a igualdad de condiciones. Por otro lado está la eficiencia de los motores: para producir el mismo empuje los motores más eficientes expulsan gases más fríos, con lo que el agua que contienen se condensa y congela con más facilidad. Toda esta variabilidad hace que desde el suelo no podamos prever cuando se va a crear una estela, cuando no, cuando va a ser duradera y cuando se va a dispersar con rapidez. Lo mismo que nos ocurre con todas las nubes que hay en el cielo y que hace tan maravilloso ese inmenso lienzo azul.
La Organización Meteorológica Mundial añadió varias tipologías al Atlas Internacional de Nubes en marzo de 2017. Entre ellas la nube generada por el hombre, que dicho en latín queda homogenitus. Y el resultado de la evolución de esas nubes con el tiempo, dado que evolucionan, mutan de forma, se han bautizado como homomutatus.
Por cierto, también hay una versión conspiranoica sobre este tema, pero es algo tan absurdo que no merece más comentario.
----
Referencias
https://en.wikipedia.org/wiki/Contrail
http://www.aemet.es/es/noticias/2017/03/Nuevo_Atlas_Nubes
http://naukas.com/2011/05/04/la-fisica-de-las-estelas-blancas-de-los-aviones/
http://www.atlasobscura.com/articles/the-wildly-misunderstood-aeronautics-event-captured-in-this-photograph
http://naukas.com/2015/02/24/la-presion-y-la-vela/
Me dice Adela que le tengo que explicar que son esas cosas tan raras en el cielo.
Son nubes artificiales. Homogenitus y homomutatus. El resto de la entrada es la versión larga (ma non troppo).
Los gases que expulsan los aviones, y que son el resultado de quemar el combustible, incluyen un montón de vapor de agua. Dependiendo de las condiciones del aire en cada momento ese vapor de agua puede hacer distintas cosas. Muchas veces simplemente se dispersa en forma de vapor y nunca lo vemos. El vapor de agua es invisible, transparente como el aire. En otras ocasiones el vapor se condensa en forma de pequeñas gotitas de agua que quedan suspendidas en el aire y se congelan. Casi seguro que las de la foto son eso, nubes hechas de cristalitos de hielo procedentes de los gases de aviones que pasaban. En la vertical de Pamplona, un día de cielo muy estable, a la altura de crucero de los aviones probablemente el aire tenía poca humedad y estaba muy quieto. Así que las trazas de cada avión permanecían tiempo suficiente como para que se fueran acumulando líneas. La foto está hecha desde la puerta de la escuela de música de Mutilva, supongo que por eso vi en ellas pentagramas.
¿Por qué expulsan vapor de agua los aviones? Casi todos los combustibles consisten en moléculas orgánicas que son cadenas de carbonos con hidrógenos en el resto de los enlaces que no se emplean en encadenar los carbonos. También contienen pequeñas cantidades de otros elementos (oxígeno, azufre, nitrógeno, ...), pero a grandes rasgos son compuestos de carbono e hidrógeno. Al quemarse reaccionan con oxígeno y se separan, dejan de estar unidos carbón e hidrógeno para que cada uno de ellos se vaya por su lado con el oxígeno (que está hecho un ligón que se va con todos). El uno en forma de CO2 (dióxido de carbono) y el otro en forma de agua, H2O. Ese agua es la que resulta de la combustión en forma de vapor y condensa después en las estelas de los aviones. Hay un montón de experimentos domésticos (o tabernarios) que se basan en la condensación del agua procedente de la combustión para generar efectos llamativos. Como al condensar se reduce mucho el volumen ocupado, cuando tiene lugar en un recipiente cerrado baja la presión. Con esa disminución de presión se puede succionar el agua de un plato, meter un huevo duro en una botella o espachurrar una lata de refresco, que serían los tres experimentos más clásicos basados en esta situación.
Hay otras situaciones que hacen que los aviones produzcan estelas. Cuando el aire está cargado de humedad, el paso del avión puede inducir la condensación de ese agua que ya estaba allí. Eso es más probable cerca del suelo (en despegues o aterrizajes) y cerca del mar, que donde es más habitual tener aire cargado de humedad. Son especialmente llamativos los conos de nube que se producen alrededor de aviones de caza cuando rompen la barrera del sonido sobre el mar, y de entre las fotos de ese fenómeno la más famosa (con una curiosa historia detrás).
En todo caso, sea de agua aportada por el avión o preexistente en lugar por el que pasa, las estelas de los aviones están formadas por agua que se condensa a partir del vapor. Aunque el fenómeno a grandes rasgos es sencillo, los detalles cuantitativos de cómo se produce son muy complejos. Por un lado está la necesidad de centros de nucleación para que se produzca la condensación. Se ha comprobado que el biofuel aporta menos de estos centros y, por tanto, produce menos estelas a igualdad de condiciones. Por otro lado está la eficiencia de los motores: para producir el mismo empuje los motores más eficientes expulsan gases más fríos, con lo que el agua que contienen se condensa y congela con más facilidad. Toda esta variabilidad hace que desde el suelo no podamos prever cuando se va a crear una estela, cuando no, cuando va a ser duradera y cuando se va a dispersar con rapidez. Lo mismo que nos ocurre con todas las nubes que hay en el cielo y que hace tan maravilloso ese inmenso lienzo azul.
La Organización Meteorológica Mundial añadió varias tipologías al Atlas Internacional de Nubes en marzo de 2017. Entre ellas la nube generada por el hombre, que dicho en latín queda homogenitus. Y el resultado de la evolución de esas nubes con el tiempo, dado que evolucionan, mutan de forma, se han bautizado como homomutatus.
Por cierto, también hay una versión conspiranoica sobre este tema, pero es algo tan absurdo que no merece más comentario.
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Referencias
https://en.wikipedia.org/wiki/Contrail
http://www.aemet.es/es/noticias/2017/03/Nuevo_Atlas_Nubes
http://naukas.com/2011/05/04/la-fisica-de-las-estelas-blancas-de-los-aviones/
http://www.atlasobscura.com/articles/the-wildly-misunderstood-aeronautics-event-captured-in-this-photograph
http://naukas.com/2015/02/24/la-presion-y-la-vela/
miércoles, 7 de junio de 2017
Lo bueno, lo malo y lo feo con gráficas
Me han invitado del Ateneo Navarro a dar una charla sobre el tema este de las gráficas, la idea era recoger gráficas "divertidas". Veremos que tal. Las imágenes preparadas para la ocasión estas:
Graficas ateneov4 from Joaquín Sevilla
La charla fue retransmitida en streaming y quedó grabado el vídeo, aquí.
La charla fue retransmitida en streaming y quedó grabado el vídeo, aquí.
miércoles, 24 de mayo de 2017
Metáforas visuales (gráficas en 4 gráficos)
Las gráficas son artificios de representación de datos que utilizan metáforas visuales para que esos unos valores numéricos resulten directamente perceptibles por la vista, enfatizando además algunas de sus características. En algunos casos la simple presentación de los datos de una forma adecuada es ya la gráfica en si misma (algunos se han creado como chistes):
A partir de ahí, algunas representaciones muestran el objeto a representar un poco más estilizado, pero aún reconocible:
Estos perfiles de etapa ciclista muestra la carretera como una cinta gris vista en perspectiva, pero eliminando las curvas, se pone todo el trazado en una línea recta que se convierte en el eje x de una gráfica. Aunque si de verdad es una gráfica la representación artística tridimensional (en perspectiva) es una muy mala solución (dificulta la medida de los valores y transmite impresiones que no se corresponden con los datos). Seguramente esta "infografía" es algo a medio camino entre una representación artística de la carretera de verdad y una gráfica propiamente dicha. Como gráfica no es buena (por lo de la perspectiva), pero ayuda a entender las metáforas que están tras las representaciones gráficas de datos.
Luego ya, en función del mensaje que se quiere transmitir con la representación de los datos (y que debe de existir en los datos, claro, si no estas mintiendo con ellos) se puede elegir entre un buen montón de gráficas, metáforas visuales que en algunos casos ya nos son tan obvias como las que veíamos al comienzo.
La elección de la gráfica adecuada es muy importante. Si se ponen los datos disponibles en una representación cualquiera lo que se transmite no tiene por qué se lo que los datos realmente significan. En un ejemplo reciente se mostraban los datos de terremotos en Pamplona como si la tierra estuviera temblando desde 1902, una mala elección de la representación de esos datos. Metáfora incorrecta.
A partir de ahí, algunas representaciones muestran el objeto a representar un poco más estilizado, pero aún reconocible:
Estos perfiles de etapa ciclista muestra la carretera como una cinta gris vista en perspectiva, pero eliminando las curvas, se pone todo el trazado en una línea recta que se convierte en el eje x de una gráfica. Aunque si de verdad es una gráfica la representación artística tridimensional (en perspectiva) es una muy mala solución (dificulta la medida de los valores y transmite impresiones que no se corresponden con los datos). Seguramente esta "infografía" es algo a medio camino entre una representación artística de la carretera de verdad y una gráfica propiamente dicha. Como gráfica no es buena (por lo de la perspectiva), pero ayuda a entender las metáforas que están tras las representaciones gráficas de datos.
Luego ya, en función del mensaje que se quiere transmitir con la representación de los datos (y que debe de existir en los datos, claro, si no estas mintiendo con ellos) se puede elegir entre un buen montón de gráficas, metáforas visuales que en algunos casos ya nos son tan obvias como las que veíamos al comienzo.
La elección de la gráfica adecuada es muy importante. Si se ponen los datos disponibles en una representación cualquiera lo que se transmite no tiene por qué se lo que los datos realmente significan. En un ejemplo reciente se mostraban los datos de terremotos en Pamplona como si la tierra estuviera temblando desde 1902, una mala elección de la representación de esos datos. Metáfora incorrecta.
lunes, 22 de mayo de 2017
Racismo
De alguna manera creemos que el racismo es algo del pasado, que queda racismo residual pero nadie lo profesa de forma abierta, consciente, contundente. Y si alguien realmente lo cree probablemente será una persona marginal. Error.
Visitando algún museo en Atlanta (GA, USA) hace unos años me llamaron la atención carteles de "coloured only" que habían estado en vigor hasta casi mi adolescencia. El racismo institucional no era cosa de otra época, era algo que ocurría en la primera potencia mundial durante mi vida. Afortunadamente de eso hace ya algunas décadas y la sociedad ha evolucionado rápidamente ¿no? Error.
En aquel año que viví en Atlanta, un vigilante vecinal asesino a un niño negro porque le pareció peligroso. Era un adolescente que volvía de comprar golosinas y se probó más allá de toda duda que no solo no iba armado, sino que no había hecho nada inapropiado, nada que remotamente justificara un balazo, salvo ser negro, eso sí. Sería un error individual del vigilante que el aparato del estado corregiría adecuadamente ¿no? Error.
El vigilante ni siquiera fue detenido esa noche. Sobre el terreno la policía determino que el disparo fue en defensa propia y ni siquiera hubo cargos (¿defensa propia? ¿Qué ley es esa? ¿Los policías in situ evalúan esas cosas?). La presión popular acabó forzando un juicio, pero el asesino salió absuelto. No fue un asesinato, fue un "desgraciado accidente". El caso de Travon Martin será un caso aislado que raramente ocurre en un país moderno como Estados Unidos ¿no? Error.
Y en el colmo de la desfachatez, en uno de tantos juicios por asesinatos de negros inocentes a manos de policías, el abogado defensor le pide al juez que se recuse porque es negro. Y quizá un juez negro pueda verse inclinado a no mantener la tradición de exonerar el asesinato de negros inocentes.
Por lo menos esta vez sí que habrá una condena y, por fin, comenzaremos a ver el cambio de dirección y el camino hacia la eliminación del racismo ¿no? Error, probablemente. Los que asesinan negros solo por serlo, en ocasiones, también son negros. Me gustaría ver cómo termina este juicio. En todo caso, la simple petición del abogado ya es muestra más que suficiente del brutal nivel de racismo existente. Por más que insistamos en nuestra imagen mental de que eso son cosas del pasado y van en buena dirección.
Y por si había alguna duda, justo antes de darle al botón de publicar veo esto.
Las vidas de los negros no importan, y es algo horrible.
PS. Me ha ayudado a perder esas gafas de color de rosa el maravilloso libro "Entre el mundo y yo" de Ta-Nehisi Coates, escrito con gran belleza y que describe desde dentro la brutalidad de este racismo tan plenamente vigente.
Visitando algún museo en Atlanta (GA, USA) hace unos años me llamaron la atención carteles de "coloured only" que habían estado en vigor hasta casi mi adolescencia. El racismo institucional no era cosa de otra época, era algo que ocurría en la primera potencia mundial durante mi vida. Afortunadamente de eso hace ya algunas décadas y la sociedad ha evolucionado rápidamente ¿no? Error.
En aquel año que viví en Atlanta, un vigilante vecinal asesino a un niño negro porque le pareció peligroso. Era un adolescente que volvía de comprar golosinas y se probó más allá de toda duda que no solo no iba armado, sino que no había hecho nada inapropiado, nada que remotamente justificara un balazo, salvo ser negro, eso sí. Sería un error individual del vigilante que el aparato del estado corregiría adecuadamente ¿no? Error.
El vigilante ni siquiera fue detenido esa noche. Sobre el terreno la policía determino que el disparo fue en defensa propia y ni siquiera hubo cargos (¿defensa propia? ¿Qué ley es esa? ¿Los policías in situ evalúan esas cosas?). La presión popular acabó forzando un juicio, pero el asesino salió absuelto. No fue un asesinato, fue un "desgraciado accidente". El caso de Travon Martin será un caso aislado que raramente ocurre en un país moderno como Estados Unidos ¿no? Error.
Y en el colmo de la desfachatez, en uno de tantos juicios por asesinatos de negros inocentes a manos de policías, el abogado defensor le pide al juez que se recuse porque es negro. Y quizá un juez negro pueda verse inclinado a no mantener la tradición de exonerar el asesinato de negros inocentes.
Por lo menos esta vez sí que habrá una condena y, por fin, comenzaremos a ver el cambio de dirección y el camino hacia la eliminación del racismo ¿no? Error, probablemente. Los que asesinan negros solo por serlo, en ocasiones, también son negros. Me gustaría ver cómo termina este juicio. En todo caso, la simple petición del abogado ya es muestra más que suficiente del brutal nivel de racismo existente. Por más que insistamos en nuestra imagen mental de que eso son cosas del pasado y van en buena dirección.
Y por si había alguna duda, justo antes de darle al botón de publicar veo esto.
Las vidas de los negros no importan, y es algo horrible.
PS. Me ha ayudado a perder esas gafas de color de rosa el maravilloso libro "Entre el mundo y yo" de Ta-Nehisi Coates, escrito con gran belleza y que describe desde dentro la brutalidad de este racismo tan plenamente vigente.