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martes, 9 de febrero de 2010

Plan estratégico social

Al hilo de la discusión que se ha generado en la entrada anterior (y que era más que previsible, la verdad), me he dado cuenta de un problema de nominalismo que merece un comentario algo más largo.

La palabra "ideología" tiene muy mala prensa, solo oírla hace que muchas personas huyen de la conversación, otros te dicen que te has apartado del tema. Aunque como prueba sociológica no sea muy válida (¿aún?), no hay más que ver el collage de imágenes cuando se busca "ideología" en google imágenes. Sin embargo una ideología política no es otra cosa que un plan estratégico para una sociedad: cual es la visión que tienes para ella a largo plazo, cual es su misión, con que valores (o ejes estratégicos) principales se pretende avanzar hacia la visión, etc.

Eso sí que tiene buena prensa, se puede volver a hacer el ejercicio de buscar en google imágenes y se respira tranquilidad, eficiencia, organización; no se percibe un solo valor negativo.

Probablemente las ideologías totalitarias de principios del siglo XX sean las que han dejado en tan mal lugar a la palabra "ideología". Y quizá sea necesario buscar una nueva denominación, pero el concepto es fundamental. Las religiones proponen un plan estratégico social (son ideologías políticas, entre otras cosas), el neoliberalismo económico sin duda es un plan estratégico social. Y que ninguno de los convencidos de esos planes estratégicos utilice la palabra "ideología", no evita que lo sea. Y además son ideologías globales, organizadas y poderosas.

Los valores tradicionales de la izquierda (la solidaridad, la igualdad, la justicia, el progreso, el pensamiento racional, un peso significativo de lo social por encima de lo individual, ...) no están armonizadas en un plan estratégico estructurado. El último que hubo estaba demasiado teñido de economicismo y nunca se puso en práctica sin una dosis de totalitarismo como para poder confiar en él...

En fin, puede que no sea capaz de plantear todo un plan estratégico alternativo, coherente, estructurado, realista y reflexivo, pero eso no quita para que me de cuenta de cuando otros me intentan hacer comulgar con las ruedas de molino de sus ideologías vestidas de lagarterana.

5 comentarios:

  1. Esto es demasiado para mí... que el pensamiento racional sea patrimonio de la izquierda me supera por los cuatro costados. No entiendo que tipo de proceso mental permite llegar a semejante conclusión. Pero explica una cosa: hay gente de derechas porque es incapaz de pensar racionalmente. ¡Impecable razonamiento ad hominem!

    Según Santa Wikipedia, una ideología política es: "una ideología política es un cierto juego ético de ideales, principios, doctrinas, mitos o símbolos de un movimiento social, institución, clase o un grupo grande que explica como la sociedad debería funcionar, y ofrece algún programa político y cultural para un cierto orden social."

    Me gustaría resaltar la palabra "mito". Piensa cuantos de esos hay en algunas de las cosas que afirmas. Creo que más de uno.

    Un abrazo

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  2. Yo no he dicho privativo. A partir de ahí todo lo demás es tuyo.

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  3. JAJAJAJA

    Vale... venga... te revuelves bien, pero escrito queda. :D

    Un abrazo

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  4. El problema de la economía es que es una parte fundamental de cualquier política.
    A la hora de decidir qué hacer con el dinero hay criterios técnicos y criterios ideológicos, y muchas veces se mezclan los dos a propósito.
    Desde mi punto de vista el problema muchas veces viene del punto de partida, de los supuestos iniciales sobre los que se contruyen ciertas teorías económicas.
    Por eso hay más de una corriente económica y creo que englobar todas en un mismo paquete puede ser un error.
    Estoy de acuerdo en que se mezcla economía con política y muchas veces es muy difícil distinguir qué parte es técnica y qué parte ideología. Y sobre todo que hay muchas veces que te venden ideología como si fuese técnica.

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  5. @Naeros

    Te recomiendo el artículo de Friedman que recomendé a Joaquín.

    Existe en economía un conocimiento objetivo y un consenso en la metodología. Las discrepancias, efectivamente vienen por el lado de la política, de la normativa.

    La confusión existe. Amenudo incluso entre gente que no debería confundir ambos extremos. Sin embargo existe una metodología y un "corpus" de conocimiento objetivo que es generalmente aceptado. No obstante también tenemos "homeópatas" entre los economistas de la misma manera que existen en la medicina: hablan (normalmente muy bien) y jamás aportan pruebas concluyentes de sus afirmaciones, que son compradas por incautos indocumentados como los que compran bálsamos escudándose en que la medicina tradicional sólo responde a los intereses de las industrias farmacéuticas.

    Solo pido el mismo rigor al hablar de economía que el que se pide cuando se habla de otras cosas.

    Un saludo

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