En las jornadas doctorales del G9 me invitaron a hablar de una de esas cosas que me gustan, parte de "los males de la ciencia" que es el modelo "no trivial" de integridad científica.
Al final no hubo forma de conseguir un viaje razonable a Mérida (cualquier opción superaba las 25 horas de tren entre ida y vuelta incluyendo esperas de transbordo) así que la charla fue por videoconferencia.
Dejo aquí las dispositivas utilizadas:
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