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miércoles, 8 de enero de 2025

Propósitos de eño nuevo (lo que ha estudiado la ciencia)

 Propósitos de año nuevo. ¿Qué se ha estudiado científicamente? (texto para colaboración de radio)

Es muy difícil salir de las rutinas, incluso de las que nos resultan indeseables. Por eso son muy necesarios los momentos especiales, de ruptura, en los que podemos reflexionar sobre nuestra vida y buscar modificaciones en la dirección que creemos deseable. El cambio de año es el momento por excelencia para esta tarea, en prácticamente todas las culturas.
 
En su libro "la hipótesis de la felicidad", Jonathan Haidt (psicólogo social) propone la metáfora del elefante y el conductor para explicar muchas de nuestras tomas de decisión. El elefante sería nuestro cuerpo, nuestros instintos, los deseos inmediatos o de corto plazo, mientras que el conductor representa la visión estratégica de largo plazo, la razón. ¿Hacia donde irá la pareja? las órdenes las da el conductor, pero las acepta (o no) y ejecuta el elefante. Hace falta una sintonía suficiente para que el sistema funcione.
 
¿A qué venía esto hablando de año nuevo? El elefante es el que tiene rutinas (y además las va llevando poco a poco hacia el placer inmediato) y el conductor es el que las intenta modificar, en este caso con sus propósitos de año nuevo. Está claro que si sus decisiones son demasiado estrictas no las podrá asumir el elefante y estarán condenadas al fracaso.
Aparte de esta metáfora que funciona como modelo explicativo ¿se han hecho estudios sobre este tema?
 
Unos psicólogos suecos (y uno inglés) publicaron en 2020 un estudio en el que siguieron a 1066 personas a lo largo de un año para comprobar el cumplimiento de sus propósitos de año nuevo. Los sujetos estaban divididos en tres grupos (control, ligera ayuda y ayuda fuerte). El primer dato interesante es el tipo de propósitos: 1/3 querían mejorar su estado físico y 1/5 perder peso. En las siguientes posiciones, a cierta distancia se encuentran: comer mejor, mejoras personales, dejar de fumar, etc.
 
En cuanto al cumplimiento de los propósitos al cabo de un año el 55% contestó afirmativamente. Mas efectivos los propósitos positivos (voy a hacer) 60% que los negativos (voy a dejar de hacer) 47%.
El apoyo que recibieron dos grupos también muestra un resultado interesante, un poco de apoyo (emails recordándoselos y alguna otra cosa) fue muy efectivo, mientras que mucho apoyo resultó contraproducente, tanto como no hacer nada.
En conclusión, este tipo de propósitos pueden resultar efectivos.

Lo anterior contradice un estudio de 1972 en el que siguieron el peso de dos grupos, uno que había hecho propósito de perder peso y otro que no, encontrando que en 3 meses no había diferencia.

Un tercer estudio, sobre 200 personas esta vez, y a lo largo de 2 años, mostró que un 77% solo mantuvo el propósito por una semana, aunque un 19% lo mantuvo los 2 años del estudio.

Está claro que es un tema complejo, que nunca estamos del todo satisfechos con nuestro comportamiento, y que no es fácil de modificar. Aún así estos momentos de ruptura ayudan y son menos ineficientes de lo que a veces dice la cultura popular (si se hacen en serio, claro).
 
Uno de mis propósitos de año nuevo, como demuestra este texto, es poner más cosas en el blog ;-P

domingo, 5 de enero de 2025

Manguera de metiras que te quita la realidad

 Un poco por casualidad he encontrado un vídeo de hace 6 años que ayuda a entender muy bien el ascenso de la extrema derecha (en USA, y el mundo en general, aquí también). El siguiente texto se basa en el vídeo, pero no solo en lo allí relatado.



En un mundo ya de por sí muy complejo hay campañas mediáticas que aumentan la complejidad llenando el espacio público de mentiras y confusión (“friehoosing”, ver vídeo). Esto dificulta mucho el ejercicio del pensamiento crítico. Muchas personas desisten de entender los detalles, de buscar fuentes confiables para encontrar hechos ciertos sobre los que componer su visión, su verdad. En esa orfandad de criterio hay gurús que te ofrecen la salvación: “recordad, lo que veis y lo que leéis no es lo que está pasando, manteneos con nosotros, no creáis las noticias falsas” (D. Trump, sic, en el vídeo min 8:02). Ese “nosotros” con quien hay que mantenerse ya te irá proporcionando el argumentario para pasar el día, has elegido bando y a partir de ahora el mundo ha perdido su complejidad, ya te lo dan masticado.

El paquete cognitivo libre de ataduras con la realidad puede ser cómodo y conveniente para el usuario: la realidad diseñada siempre es mejor que la impuesta (la de “verdad”). Un criterio de ese diseño es proponer cuestiones “a favor de sesgo cognitivo”. Si ya traemos de casa el tribalismo (el nosotros y ellos) es fácil crear narrativos con unos “ellos” causantes de nuestros problemas. Si existe el efecto anclaje (todo tempo pasado fue mejor) generemos un pasado idealizado al que volver. Si nos fijamos, cada elemento central del ideario de la extrema derecha (racismo, autoritarismo, tradicionalismo, elitismo, supuesta meritocracia, etc.) se apoya en un sesgo cognitivo, eso hace que resulte “biológicamente” sencillo de asumir.

En ese ambiente de posverdad solo hay un camino, del pensamiento crítico al paquete ideológico sectario, es prácticamente imposible volver. Y uno de los paquetes sectarios va a favor de sesgos, por lo que estadísticamente irá ganado adeptos pase lo que pase. (Así se entiende que el único partido cuya expectativa de voto sube tras la dana de Valencia es Vox).

Debería cerrar con un párrafo esperanzador, pero no se me ocurre nada a la vez realista e interesante. Lo obvio es que no hay que desistir de la existencia de la realidad, los hechos y las evidencias. Hay métodos para obtener conocimiento valioso, la ciencia que nos ha permitido vivir en un mundo con la calidad de vida que disfrutamos (y que se permite las frivolidad de la posverdad) es el fundamental. Intentemos mantener nuestro pensamiento crítico…