Hace un par de semanas se publicó un artículo científico que analiza el grado óptimo de finura que tiene que tener el café molido para que salga bien. Si se muele demasiado fino se forman agregados que no se mojan, con lo que se desperdicia producto. Como además la formación de esos "grumos" es muy azarosa, cada café sale diferente. Ese grado de aleatoriedad y el desperdicio de material son los dos problemas que se previenen moliendo el café algo más grueso. Tampoco muchísimo, porque entonces disminuyes demasiado la relación superficie volumen y el proceso pierde eficiencia: el centro de los granos deja de contribuir a la infusión.
Uno pensaría que la mejor forma de moler café debería estar resuelta hace décadas, sin embargo es algo que todavía da para estudios científicos como este, muy profundo, interesante y bien hecho. Este ha sido el hilo para conversar en SER Navarra esta mañana con Javier Armentia y Mamen García. Una charla sobre temas científicos que tenemos todos los lunes y, aunque sea por una vez, dejo aquí documentada con todos sus enlaces:
- El audio de la SER (17 min)
- Nota de prensa sobre el artículo en The Guardian
- Nota de prensa sobre el artículo en SINC
- El artículo original
- Un artículo en la Razón sobre formas de hacer el café descafeinado.
Así me gusta! Los blogs deben volver! :)
ResponderEliminarClaro que sí :-)
ResponderEliminarY si los leen 30 personas (que es lo que lleva esta entrada en este momento) pues 30 personas VIP que hay en tu vida. Antes de los blogs era inimaginable que te leyeran 30 personas. No hay que dejarse fascinar por miles de "followers" en twitter, ahí ni escribes realmente ni, obviamente, te leen.