Desde que en 2015 debutamos como una de las 8 ciudades españolas que se unía al festival Pint of Science su éxito se ha desbordado. En 2019 han sido 73 ciudades españolas, y España uno de los 24 países en que se ha celebrado.
La idea es sencilla, programar charlas de ciencia en bares en tres días concretos, en este caso fue 20, 21 y 22 de mayo. Siempre es de lunes a miércoles, no sé si la organización central (inglesa) no confía en que esta modalidad de ocio pueda competir bien con otras más habituales hacia el fin de semana.
Desde la organización local de Pamplona, que hemos sido los mismos en estos 5 años, las actividades están totalmente rutinizadas. Los bares son los mismos, nos conocen, nos esperan y quedan encantados de la experiencia. Siempre me gustan los comentarios de camareras y camareros que "se tragan" la charla por obligación pero luego comentan que les ha parecido muy interesante y que se debería hacer más veces. Mola porque suena sincero, ellos hacen lo que les ha mandado su jefe, y no tienen porqué adularnos.
Tenemos estructurada la participación en tres bloques, universidad pública, universidad privada y otros centros relacionados con la ciencia navarra (principalmente el Planetario, que no falla nunca). Qué institución va a qué bar se sorteó el primer año y a partir de ahí va rotando. Cada organización elige a sus ponentes, con lo que la garantía de "calidad" de la charla está certificada. Esto parece una obviedad, pero en otras ciudades ha habido problemas por charlas demasiado "magufas".
Merece la pena detenerse un poco más en el crecimiento de la participación:
Un crecimiento muy lineal con casi 20 ciudades nuevas al año. Y todas las que comienzan repiten. En algún momento tendremos que reconocer que esto pasa de ser un festival a ser un género, una modalidad más de ocio en la ciudad, un elemento más de la cultura.
La idea de agrupar las charlas en unas fechas y ponerles una etiqueta común es muy útil. Para los organizadores novatos proporciona una garantía de éxito, hay un foro donde las personas involucradas comparten su conocimiento en un ambiente muy colaborativo. Y, lo más importante, los medios de comunicación tienen la noticia hecha, y ninguno falta a su cita. Algo tan friki y a la vez tan extendido por el mundo da una noticia perfecta.
A cambio, este agrupamiento supone rigideces de fechas, exigencias económicas por parte de la marca (para poderla usar), costes de mantenimiento de una web compleja que recoge tantísimos eventos y que necesariamente se ha de mantener de forma distribuida. De momento no hay duda de que las ventajas superan con creces a los inconvenientes, pero con este ritmo de crecimiento (y la saturación mediática de "otra vez estos") en algún momento habrá de desbordarse la pinta y convertirse en ciclos de charlas locales en cada ciudad. Porque lo que no creo que ocurra es que este tipo de actividades vaya a menos.
Y ese es el mayor éxito de todo esto, la creación de un formato cultural y de ocio que se vaya incorporando de manera natural a la oferta ciudadana. Y en Pamplona, pioneros con "Ciencia en el Bar" no vamos a cejar en el empeño. Eso sí, si alguna persona se quiere incorporar a la organización local de Pint of Science será más que bienvenida.
Las charlas de este año en Pamplona, como siempre, fueron excelentes. Dejo aquí una foto de Javier Novo que evitó la muerte por power point con unas impresiones 3D de cráneos, y unos experimentos de simulación de redes genéticas utilizando voluntarios del público realmente espectaculares. Y el público del Zentral (más de 200 personas) que sin duda da un enorme subidón.
Javier Novo, excelente. Me imagino que ha de haber sido todo un espectáculo.
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