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domingo, 26 de mayo de 2019

El silencio de los blogueros

Los blogs han muerto. La conversación que propició internet se ha mudado de barrio y se ha vuelto bronca y desagradable. O al menos ese el leitmotiv mediático de moda.

Los mensajes cada vez más cortos a los que nos aboca la costumbre tuitera. La ventana de atención minimizada. El leguaje mutilado por las abreviaturas de los mensajes de tamaño limitado y tecleados incómodamente en móviles. La adicción a las pantallas. Cerebros modificados cuyas consecuencias a largo plazo no podemos prever. La posverdad propagada por las redes sociales. El fomento del odio. La capacidad de tergiversar los mensajes con tal habilidad que modifican resultados electorales.

No me creo esa visión apocalíptica.

Seguro que hay algo de verdad en todos los enunciados, pero no creo es que sea algo generalizado y, sobre todo, no es una novedad. Los totalitarismos de hace un siglo se expandieron, modificaron elecciones y crearon "posverdades" sin necesidad de redes sociales. La televisión ya nos recableó el cerebro, y los anuncios de 20 segundos eran la excusa de hace 30 años del limitado rango de atención que los profesores perciben en sus alumnos. El aislamiento individual se lograba con periódicos, escuchando el transistor pegado a la oreja o por cualquier otro medio. Todos esos males no se deben a la comunicación digital, es el lado oscuro de la condición humana. Son los mismos perros con collares digitales.

Lo que sí evoluciona muy deprisa son las herramientas, tanto el hardware como el software. En una década los teléfonos móviles están irreconocibles. Las tabletas nacieron, prometieron ser el futuro y hoy se baten en retirada. En esa misma década la red social por excelencia ha comenzado un declive quien sabe si imparable, los mensajes cortos ya no son tan cortos y se han llenado de gifs.

Los blogs también han cambiado mucho en esta década. Los adolescentes ya no se abren un blog en el que cuentan sus cosas. Como dirían los Celtas Cortos, "Hoy no queda casi nadie de los de antes; Y los que hay, han cambiado". La mayoría lo ha dejado, se agotó el proyecto y el ímpetu del momento. Cambios de vida, de situación personal dejaron el blogueo de lado. Todos contestan que no encuentran el tiempo ahora, pero en realidad el hueco para este tipo de actividades nunca existe, hay que inventarlo. Y para ello hace falta ilusión y energía, y ambas se van gastando si no hay una realimentación importante. Por eso "los que hay, han cambiado", los que consiguieron fama con su blog lo han mantenido aunque haya evolucionado para ajustarse a esa demanda más masiva. Se han reunido entorno a plataformas de cierta entidad, sitios web de medios tradicionales, etc.

El blog no es que haya desaparecido como tal, sino que se ha profesionalizado. Las empresas tienen blogs, las páginas de marketing incluyen uno por defecto. Lo que ha desaparecido es el bloguero "indie". Los que quedan forman parte de la marca personal de individuos que, aunque comenzaran de forma "indie", hoy son ya comunicadores profesionales (al menos parcialmente).

Todo este rollo anterior es una reflexión (probablemente una racionalización también) para reivindicar este blog indie en concreto. Se trata en cierta forma de refundarlo renovando la idea inicial de apuntar lo que me apeteciera sin ninguna pretensión. Una buena forma es comenzar con algo de lo que abominaba tradicionalmente: el metablogueo. La fuerza de las efemérides y los números redondos me empujó hasta el décimo cumpleaños del blog, pero a partir de ahí la decadencia ha sido completa. Y no por no tener qué contar (de hecho tengo en montones de papelitos y ficheros sueltos que deberían haber acabado aquí) sino por "no encontrar el tiempo", es decir, por haber perdido el proyecto y el impulso. Muchas veces me salgo de "La universidad en general y la UPNA en particular, la ciencia y la docencia", con lo que había demasiadas "otras hierbas"... Sea, aceptemos todas esas hierbas sin miedo. A ver que tal se va dando este modesto intento de acabar con el silencio de los blogueros (indies).


6 comentarios:

  1. Joaquín, soy uno de los habitantes de lo que queda de blogosfera. Y me veo reflejado, muy reflejado, en tu blog. Tengo montones de entradas pendientes, fruto de mi actividad académica. Y muchas entradas que tendría que escribir, fruto de reflexiones e ideas. Hace falta un impulso, un catalizador, motivación, objetivo, para escribir.

    Gracias por tu sabia reflexión.

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  2. Gracias a ti por escribir. Es el prmer comentario después de que G+ cerrara y se llevara con él los comentairos que había obligado a poner ahí. Inaguramos una nueva etapa. Que sea para bien ;-)

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  3. Como no hay blogueo sin comentarios he pensado dejarte un 'Luisw was here', a modo de apoyo a tu retomado blog.

    Leyéndote me vienen a la mente varias cosas. Que facebook y tuiter (mas el primero) en cierto modo han supuesto la privatización de lo que antes era unos espacios de comunicación abiertos, la blogosfera. Y también que han derivado nuestra atención de la emisión de contenidos al consumo rápido de microcontenidos. Ese cambio cultural ha bajado blogs y consumidores de blogs.

    Youtube ha sido un boom. Ahora cada chaval no tiene un blog sino un canal de youtube. Pero los youtubers más seguidos tienden a tener de todo: uno o dos canales, uno o varios blogs y cuentas en todas las redes. Además se han universalizado los directos ...

    Todo esto compite por nuestra atención. 'Video killed de radio star' si, pero no. Tu entrada me llega a través de un tuit de Daniel Marín, al que sigo por su indispensable blog... diría que es, desde mi percepción, una blogstar viva.

    Lo que pretendo con esto es exponer que el medio ahora es mucho más amplio y variado y que, creo, hay espacio para todo. Tu blog con humores o reflexiones tendrá un espacio en tanto en cuanto tu necesidad de expresarte lo llene porque siempre vas a tener un público que, por familiar o por atractivo, venga a leerlo.

    Y si, cambiar y permanecer resulta todo un reto, a veces imposible de abordar. Mi blog era de activismo y cuando dejé de estar activista dejé de encontrarle sentido a expresarme por allí. Tuiter en cambio permite interacciones que valoro como valiosas ... ¿Un ecosistema de comunicaciones entre personas?

    Un abrazo y ánimo

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  4. Tienes razón, Luis, el mundo 2.0 se ha ido desarrollando y complejizando y se va convirtiendo en un ecosistema (¡si hasta lo he contado en clase, con el spbrenombre de PLE!).

    Quería hacer una llamamiento a una de las especies de ese ecosistema que, como los trilobites, fue dominante en un tiempo remoto, pero que anda en peligro de extinción... bueno, tampoco hay que ponerse dramáticos ni llevar demasiado lejos las metáforas. Realmente me apetecía retomar el espíritu fundacional de mi blog, más el deseo de escribir (y a quien le interese bien) que el de ser leído y por tanto elucubrar sobre lo que muchos querrían leer. No valgo para eso y se me amontona y acabo no haciendo nada .

    Gracias por seguir por aquí, y a ver si nos vemos físicamente a no mucho tardar ;-)

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