Páginas

sábado, 28 de julio de 2012

Campos electromagnéticos, "sanidad ambiental" y progreso

Publicaban ayer la noticia de que un ayuntamiento de la cuenca de Pamplona va a limitar el uso de redes WiFi en espacios públicos.

Desde hace unos años se extiende el mito de los peligros de la radiación electromagnética para los seres humanos, especialmente de las radiaciones que soportan la telefonía móvil y la conexión a internet sin hilos. La radiación que utilizan esas aplicaciones es la misma que soporta la radiodifusión o la televisión, servicios éstos contra los que no se dirigen quejas. Más claramente aún, la luz visible es también radiación electromagnética del mismo tipo. Tomar el sol es exponer el cuerpo a radiación electromagnética de más energía y más intensidad que cualquier antena WiFi o de telefonía. No me quiero extender más en la explicación de lo infundado del temor a esas radiaciones, si alguien aún tiene dudas puede ver estos 18 minutitos de vídeo, o explorar alguno de estos enlaces

El acceso a internet es uno de los los elementos de mayor transformación social de las últimas décadas, quizá siglos, aún está por ver su final. La importancia de la comunicación instantánea entre personas he sido elemento clave en las revoluciones del mundo árabe y en los distintos movimientos "ocupy" que están recorriendo el mundo occidental (siendo el 15M la versión Española, una de las primeras del mismo). Pero no sólo es una cuestión de posibilitar revoluciones, internet es el acceso universal al conocimiento y la cultura, la puerta personal a la biblioteca mundial sin censuras ni controles, la pesadilla de cualquier dictadura. Los dispositivos móviles (tabletas, teléfonos inteligentes) son el elemento más disruptor de la enseñanza tradicional, la mejor palanca de cambio de las escuelas hacia una educación más creativa y flexible, más alejada de la instrucción. Y la disponibilidad de una conexión ubicua de alta capacidad (el WiFi) es uno de los elementos fundamentales de todos estos procesos de avance social.

Me resulta, pues, especialmente sorprendente que el mito de lo insalubre del WiFi cunda precisamente entre personas que reclaman para si mismas la etiqueta de progresistas. Las compañías telefónicas, las que cobran peaje por acceder a internet, consiguieron hace una década paralizar la instalación de redes WiFi públicas que les hubieran limitado la posibilidad de negocio. Hoy ya no es necesario denunciar ayuntamientos a la comisión del mercado de las telecomunicaciones, ellos mismos están infestados por un meme (un mito que se transmite viralmente y cala bien) que consigue el mismo efecto gratis.

Son muy interesantes las declaración del "ingeniero del ayuntamiento de Villava" que se recogen en la noticia que citaba al comienzo. En ellas se mantiene un interesante argumentario que intenta salvar la racionalidad de la decisión. No se dice que el WiFi sea nocivo para las personas (sería falso, no hay datos reales que sustenten esa afirmación), sino que se habla de otros supuestos beneficios:

- Seguridad de la información, protección de datos personales
- Prevención de fallos de red
- Sanidad ambiental, ya que el espectro de radiofrecuencias está bastante saturado

En el tema de la protección de datos, para ser coherentes, yo sugeriría que se prohibiera hablar por el teléfono móvil en todo el municipio, y que se instalaran unas cuantas cabinas. Obviamente la conversación mantenida dentro de la cabina es mucho más privada, mientras que si vas hablando por la calle cualquiera puede oír lo que dices. ¿Absurdo? Si, igual que propugnar el cable por la seguridad de los datos.

De los fallos de red ni hablamos, no hay nada que haga más fácil el mantenimiento de una red cableada que WiFi, de hecho para dar un mínimo servicio harían falta muchos más puntos y tendido de cables que haría la red más costosa, difícil de mantener y susceptible a fallos.

Por último, la idea de que es el "ambiente", y no las personas, quien tiene una salud que hay que proteger me parece fantástica. Tiene el espectro muy saturado, como si una persona tuviera el colesterol muy alto, así que aunque no le pasa nada aún, mejor que cambies de dieta para que no devenga en problemas. Pero la analogía es falsa, la saturación del espectro radioeléctrico no produce ningún problema al propio espectro radioeléctrico... ni tampoco a las personas. 

Lo siento, pero no hay argumentario que valga. Toda campaña de eliminación del WiFi (especialmente provista por entidades públicas, y aún más especialmente en las escuelas) es profundamente regresiva y no se sustenta en ningún peligro real. Es un mito que se extiende como un virus y que limita el progreso y el avance social.

sábado, 14 de julio de 2012

El sueldo de los funcionarios con perspectiva

En el BOE de esta mañana se vuelva a bajar el sueldo de los funcionarios. En esta ocasión se busca la estratagema de eliminar la parte de sueldo que se cobra en navidad con el nombre de "extra", como si ese término designara algo que no es parte del sueldo en si mismo. En las declaraciones públicas se anunció esta bajada de sueldo como temporal, sin embargo en lo regulado por el BOE tal temporalidad no aparece, es una bajada de sueldo significativa y permanente.

En realidad no se de que nos extrañamos. El sueldo de los funcionarios no ha subido nunca. En el mejor de los casos, cuando la economía funciona a pleno rendimiento disfrutamos de ligeras pérdidas respecto de las subidas de precios, pérdidas que se vuelven severas cuando las cosas no van tan bien y tremendas cuando van mal. Los datos que ilustran esta entrada los había publicado ya con motivo de la anterior bajada (también comenté otro informe específico de profesores de universidad en Navarra).

No me resulta fácil de entender que es lo que pretende una sociedad de las personas que contrata a su servicio cuando la única expectativa laboral que les propone es perder poder adquisitivo con los años. Hay quienes se aferran a al amor propio y el sentido del deber para no perder la motivación. Es una loable actitud que comparto, y que es la mayoritaria en cuerpos de la administración en los que el contenido del trabajo es de por si muy enriquecedor (como los profesores de universidad). Pero ni es general ni puede ser infinita.

Las personas que no tienen la suerte de tener trabajos tan motivadores por su propio contenido se sienten legitimadas a ajustar su trabajo a su sueldo: si te bajan la remuneración levantas el pistón, ¿quien podría recriminarte por ello? Se entra así en un pernicioso lazo de realimentación en el que los trabajadores se sienten con derecho a echar un cafelito (de más), sus jefes directos lo comprenden y comparten, los usuarios se molestan por la pérdida de calidad del servicio y los jefes del kiosko (los políticos) se sienten legitimados a bajar el sueldo de nuevo, a descontar cafelitos. Luego diremos que lo público no funciona. Y es verdad,  unos trabajadores que no temen el despido inminente no se dejan apretar las clavijas de forma indefinida. Es mucho mejor subcontratar el servicio a una empresa que, además de pagar sueldos aún menores, disponga de la amenaza del despido para eliminar los cafelitos.

No me creo que esa sea la única política de "recursos humanos" posible, ni que la desaparición de lo público sea el final necesario de esta aventura, pero desde que tengo uso de razón no he visto otra cosa (véanse los datos, no es sólo una sensación). Pero tampoco se me ocurre nada realista que hacer para invertir esa tendencia. Personas que me quieren me dicen que me deje de fríos racionalismos y que vaya a más manifestaciones, pero ¿de verdad se va a cambiar así una tendencia de más de 30 años? Cualquier sugerencia será bienvenida.

lunes, 9 de julio de 2012

"Informando" sobre Fukushima

Hace un par de días me llamaron de un medio de comunicación para que comentara el informe que se había hecho público sobre el accidente de la central nuclear de Fukushima. Aunque en su momento seguí con detalle el accidente y respondí muchas preguntas, en los últimos tiempos es un asunto al que no le he dedicado tiempo, así que tuve que declinar el ofrecimiento. Sin embargo me picó la curiosidad y he leído un par de noticias sobre el informe recién publicado (aquí y aquí).

En una primera lectura aparenta ser un informe demoledor, pero mirado con cuidado no son más que vaguedades y "autoflagelaciones". Reconozco que tendría que leer el informe entero para opinar con verdadero conocimiento de causa, pero no tengo ganas de perder todo ese tiempo, me conformo con opinar sobre la información periodística del informe (que para eso es mi blog).

"Fue un error humano y pudo haberse evitado". Sin duda construir una central nuclear es una decisión humana, y podría haberse decidido lo contrario. Supongo que es a eso a lo que se refiere esa frase, porque lo contrario sería tan absurdo como afirmar que las piedras caen para arriba, o que PI lo podemos redondear, afirmaciones que por más que las sostenga un parlamento no dejan de ser falsas. El terremoto y el posterior tsunami destrozaron el entorno de la central (ver foto, de aquí). Por ejemplo eliminaron el tendido eléctrico en kilómetros, lo que impidió el restablecimiento del suministro de energía externa durante semanas. ¿Se puede negar que ese fue el suceso iniciador del accidente?

Todo lo que se dice del informe va en esa línea: que no había procedimientos de operación adecuados, que eran obsoletos, discordantes con los "estándares internacionales", que la compañía propietaria actuó de mala fe, que la supervisión fue inadecuada, etc. 

No se puede decir que sea rigurosamente falso, pero a mi me parece esencialmente torticero. Siempre se puede hacer más, cualquier operación podría haberse hecho más deprisa o más efectiva, pero lo que yo recuerdo del día a día en el momento era más que razonable para la situación que se vivía. Con la central a oscuras los operadores no podían saber en qué situación se encontraban realmente. Esa temible situación la intenta evitar el diseño de las centrales con multitud de sistemas redundantes (acometidas alternativas, generadores diésel y baterías, varios de cada), pero el tsunami acabó con todos. Una ola de 15m inundó los diésel, mientras que "sólo" estaban protegidos contra una de 9m. Claro que podría haber mejores medidas de protección, y cuando los accidentes efectivamente ocurren es muy fácil ver dónde falló lo que había, pero lo que había era perfectamente razonable.

La misma opinión me merece la gestión de la situación. Hubo quizá unas horas de impás, mientras aún se dudaba si el accidente era suficientemente severo como para acabar con la central para siempre (que probablemente retrasó ligeramente el uso de agua salada para la refrigeración), pero una vez aclarada la cuestión ¿qué razón podría haber para no poner toda la carne en el asador? ¿Acaso alguien cree que los de TEPCO disfrutan liberando radiactividad al medio ambiente? Mientras el accidente estaba ocurriendo había comparecencias diarias de personal de la propiedad y del gobierno, se abrieron cuentas de Twitter que comentaban las novedades al instante. Claro que luego se han sabido cosas que entonces no se decían, pero yo creo seriamente que ellos tampoco las sabían entonces.

Mirado con distancia y en términos macro, el que un suceso iniciador tan grave no concluyera con una liberación masiva de material radiactivo en unas centrales tan antiguas es un considerable éxito del diseño de esas centrales y de la gestión que se pudo hacer del suceso. Aún así, también es claro que todo podía haber sido mejor, y es ahí donde carga las tintas el informe.

Cualquier comunidad tiene todo el derecho a elegir los riesgos que quiere correr, y es perfectamente legítimo que no se quieran correr riesgos de contaminación radiactiva por centrales eléctricas de éste tipo, pero no será porque objetivamente sean unos riesgos superiores a los de otras muchas actividades humanas. Así que me molesta ver informes que retuercen las cosas intentando legitimar posturas que lo necesitan a costa de negar evidencias palmarias (y no es ni mucho menos el único caso).

sábado, 7 de julio de 2012

Siempre es "mejor" construir que mantener

Esta pasarela tan bonita cruza por encima de la gola de la albufera, uniendo el pueblo de El Perelló con el núcleo urbano del otro lado. Tras 11 años de servicio, la cerraron la semana pasada.

Desde que se fundió la primera bombilla se podía adivinar este estúpido destino. A un lado del puente el municipio es el de Sueca, y al otro el de Valencia. Para construir parece que si se pusieron de acuerdo, pero en cuanto se inauguró, ninguno de los dos lo asumió como propio, dejándolo morir poco a poco. La verdad es que no puedo asegurar mi sospecha de que no se ha hecho ningún mantenimiento en este tiempo (bombillas no se han cambiado, eso si), pero sin duda que suficiente no ha sido. Hace ya dos años que un informe alertaba sobre los problemas estructurales del puente. Finalmente, la Dirección General correspondiente ha instado a los municipios a cerrarlo. Ni siquiera para proceder al cierre se han puesto de acuerdo los dos municipios, y uno de ellos no ha cerrado su parte.

El coste de la obra en su momento fue de unos 650.000 €, aún pagado en pesetas, se abrió en 2001. La reparación que necesita ahora se estima en 300.000 €, aunque probablemente un mantenimiento más rutinario habría minimizado esta cantidad. Sea como fuere, no parece haber ninguna intención de proceder a repararlo. 

Una pequeña muestra más que unir a los aeropuertos sin aviones y a los centros de investigación sin investigadores. Un ejemplo más de cómo se ha construido a tontas y a locas, sin asumir que lo que se construye es para ser usado (y obviamente mantenerlo). Una enorme estructura que iremos viendo desmoronarse y que, en esta esquina del mundo, nos recordará cada día la estupidez de está caterva de políticos incapaces.

(También es un buen ejemplo de lo ineficaces que pueden ser las administraciones locales, y los problemas que generan las fronteras, aunque sólo sean administrativas)