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miércoles, 24 de marzo de 2010

Hoteles, WiFi y datos personales

No se sabe porqué razón en los hoteles de este país te pueden regalar una botella de agua, bombones, caramelos, un té, unas zapatillas, un kit de afeitado y otro de lavado de dientes,... pero no la conexión WiFi. Bueno, quien dice regalar dice incluir en el precio del servicio global. Además el coste real del servicio es tan pequeño que no se entiende.

No contentos con no incluirlo en el servicio, tienes que adquirirlo a través de una plataforma nada intuitiva, poco "usable" en general. Y ya para rematar la faena estás obligado a ceder tus datos personales a Telefónica con aceptación expresa de que pueden utilizar tu correo electrónico y tu teléfono móvil para que te envíen publicidad (ver patallazo adjunto)... Si claro luego puedes oponerte, pero eso es un derecho que reconoce al usuario una ley orgánica (la de protección de datos) en cualquier situación. Pero para conseguirlo tienes que enviar una carta de papel a un apartado de correos. La compañía exige tu teléfono móvil para darte una hora de acceso WiFi, a través de un formulario automatizado y tu has de escribir una carta con sello a una dirección postal. ¿Es eso simétrico?

Vamos, que para un rato de internet pierdes unos euros (6 por una hora o 12 por 24), el tiempo (15 minutos hasta estar conectado) y la dignidad. Viva la interpretación de la sociedad de la información de los hoteles españoles.

3 comentarios:

  1. Es curioso. No soy amigo de los "grandes hoteles". Normalmente, si puedo, prefiero alojarme en establecimientos pequeños donde el trato es normalmente mucho más personal, si bien algo menos... exquisito.

    En el último año he estado en hoteles de la provincia de Albacete (en éste PUSIERON UN ROUTER WIFI EXPRESAMENTE PORQUE LO PEDÍ YO...), en Vilanova i la Geltrú, un lugar remoto de Bélgica, Madrid (2 ocasiones), Stuttgart, Lerma, Zarautz... incluso en una casa rural aquí en Navarra y en todos ellos había wifi gratuita, aunque en alguna ocasión tuviese que utilizar mi portátil en el hall del hotel o en la cafetería porque la habitación tenía mala cobertura.

    Pensaba que en los hoteles "grandes" o de las cadenas importantes habían dejado de cobrar por usar internet. Me sorprende que hayas tenido semejante experiencia.

    No es una buena política empresarial cobrar cantidades desorbitadas por productos o servicios de los que el usuario conoce el coste real. Se te queda cara de tonto, piensas que te están robando y deja un mal sabor de boca que actúa como un repelente.

    ¡Allá ellos!

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  2. Quizá sería buena que cada vez que vamos a hacer una reserva en un hotel (o en un camping, pongamos por caso) preguntemos si el precio incluye el Wifi, y si no es así decirles que buscaremos otro. Si la costumbre se extiende, creo que el problema se resuelve rápidamente.
    Un saludo

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  3. En este caso la reserva la hacía la Universidad de Zaragoza directamente, y no tuve ocasión de preguntar. Cuando lo hago individualmente siempre lo hago, y creo que es una práctica que deberíamos extender. Gracias a los dos por el comentario.

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