El mismo día he oído en la radio anuncios institucionales
animando al turismo y noticias sobre cierres perimetrales de municipios… de los
que se anima a visitar. Ha sido una revelación, no es que se estén tomando
medidas malas (o buenas) es que son contradictorias.
Es fácil entender la raíz de la incongruencia, se desean dos
cosas a la vez y se confía (en contra de toda evidencia) en que sean
compatibles. Los dos deseos son (i) el control de la pandemia y (ii) la
reactivación de la economía. Habría que guiar la nave entre Escila y Carbdis
con pulso firme y delicado, pero no se puede hacer pretendiendo tomar dos
rumbos a la vez, eso es directamente imposible.
Se comienza el día pensando que la pandemia sigue tomando
fuerza y hay que tomar medidas. Las medidas suponen restricciones de movilidad
o reunión y eso va a influir negativamente en que algún sector económico. Lo sectores
económicos se organizan, se quejan de ser “criminalizados”, intentan negociar,
presionar a quienes han de tomar las decisiones. La evitación del daño a estos
sectores hace desistir de la toma de medidas. Ya ha pasado otro día.
Y mientras pasan los días sin agarrar el timón, ¿qué? Algo
habrá que hacer… declaraciones, culpabilizaciones al adversario político,
medidas intrascendentes que solo dañan a quien no se puede quejar (cerrar
parques infantiles o prohibir fumar en la playa), culpabilizar a las víctimas
(que no se ponen bien la mascarilla o se abrazan demasiado), promesas de
futuros mejores (más pruebas, contratación de médicos) o incluso futuros maravillosos
(vacunas y medicamentos mágicos).
Con todo esto, la sensación de ser tratado como un incapaz
por las autoridades es inmensa. Yo desde luego, y sospecho que la mayoría de
mis conciudadanos, prefiero tener que cumplir medidas incómodas pero
coherentes, bien explicadas y con expectativas de éxito, que esta incoherencia
supuestamente edulcorada y obviamente inútil.
(Disclaimer: Nadie vea aquí un llamamiento a “todos son
iguales”, que no creo que lo sean en absoluto, al autoritarismo, a la perdida
de valor de la política y mucho menos del papel del estado.)
Y aquí el hilo de tuiter sobre este texto, para hacer circulares las referencias ;-)
Actualización 30 oct 2020: y así seguimos: